Cita Iniciado por Ujule Ver Mensaje
Por más lógico que suene, el problema son las armas ilegales, ( en cualquier tipo, calibre y sistema de funcionamiento), no las legales.
Es justo de las armas ilegales de las que estoy escribiendo. Todo el tema es en relación a ellas, y a las legales también. Te sugiero leas con atención, y trates de comprender el significado de las ideas escritas.

Será que no soy tan buen orador como pensaba serlo.


Resumiendo, ya van dos propuestas de importancia al amigo Pejepresidente.

La primera, relacionada a la economía.- Que decomise los ingresos de dinero negro a las entidades de gobierno, locales, estatales y federales; para fines nobles.

La segunda, relacionada a la seguridad.- El desarme nacional, de armas legales e ilegales valga decirlo y remarcarlo; pues muerta la rabia, se le termina al perro.


Ahora quiero abordar varios temas en uno. Son varias las cosas de las que quiero tratar, pero como cada uno de esos temas es extenso en sí mismo, polémico inclusive. Además de controversiales, discutibles, profundizables, Etc. Procedo a enumerar algunos.

1,. El de moda: el aborto.

2.- El que todos han evadido: la reglamentación de las marchas, plantones y manifestaciones.

3.- Las otras caras de la corrupción y la ilegalidad: que son muchas de cierto, la invasión del espacio público, con o sin venia de la autoridad y/o de la gente común. El robo de energía eléctrica. La invasión de predios federales: terrenos, derechos de vía (del tren el mas común de ellos), de campos escolares, deportivos, forestales, Etc.

4.- El sindicalismo: que ya había abrogado el priísmo tradicional, con la estocada final de los panistas, principalmente en la era Fox. Y que ahora resurge amedrentante; y sino lo creen pregunten a Coca Cola y a Walmart.

Etc. Cada uno rico en discusión, en análisis, en propuestas y contrapropuestas. Campo álgido y fértil también, para el debate.


¿ Y como pienso abordar todos esos temas en uno ?. En realidad no podría hacerlo. Lo único que puedo proponer, es que todos ellos pueden ser digamos que resueltos o semiresueltos a través del la opinión pública, que a fin de cuentas es lo que ordenan los protocolos de la democracia.

Así que voy a ejemplificar con el primero de ellos, con el asunto del aborto.

La cosa es simple, no tiene ningún sentido complicarla mas de lo que de suyo lo es. Así que en el espíritu de que estos textos van teledirigidos al amigo pejecillo de algodón, enuncio lo siguiente.

Se asignan dos semanas, previamente anunciadas por todos los medios posibles, de información sobre el tema. Se convoca a informar a todos los involucrados en el asunto, a través de representantes : la iglesia católica (mayoritaria), las iglesias que quieran participar e informar su postura (evangélicos, mormones, testigos de jw, islamistas, Etc.), científicos pro y contra aborto, organizaciones civiles, gobierno, asociaciones de mujeres pro y contra aborto, Etc.

Luego de esas dos semanas de información (o más tiempo, si se requiere) y con la debida difusión de las ponencias; se convoca a un ejercicio de votación, o consulta ciudadana como le llaman. La que a mi juicio debe ser exclusivamente para mujeres. Consulta nacional, por supuesto.

Y todos nos atenemos al resultado de esa encuesta, la hacemos legal y protocolizamos las leyes que la avalen y resguarden. Caiga quien caiga, como dicen por ahí.

No se puede objetar, pues el resultado vendría de un ejercicio democrático exclusivo para las mujeres, sujeto y objeto del posible aborto; resguardantes de los fetos y su posible prosperidad final. Lo que mayoría de la voz del pueblo decida, voz femenina valga decirlo; será la voz de Dios. La que acataremos todos, con nuestra parte de mérito o culpa.

¿Simple no?. Y contundente.

El espíritu de esta propuesta es el siguiente: En la vida no hay perfección, no se puede aspirar a una vida libre de males, de penas y dolores; de amargura y desazón. Son parte de vivir, son facetas de la vida.

Hay lo bueno y lo malo. Lo placentero y lo doloroso. En fin. Cuando una persona se accidenta, o le invade alguna enfermedad de esas atroces, mortales incluso; no hay mucho por hacer. Se lucha contra el accidente o contra la enfermedad, se pone buena cara, se anteponen medicamentos, tratamientos, disciplinas; se lucha contra el mal.

Se puede ganar o perder, es parte de la vida.

Pues bien, el aborto, el sindicalismo, las manifestaciones, los derechos y las obligaciones, todo es parte del vivir. Y sólo cuando se le plante la cara enfrente a cada tema, y se le mire a los ojos y se trate de enfrentar con conocimiento y lucidez, con espíritu de equipo humano; solo así se puede tomar la mejor elección, o la menos mala al menos.

Simple, llano, contundente, ¿ no es así ?.