Sueños de noches de invierno.

[Pantera Negra]

Entre este paramo boscoso de siempre, se abria paso una vereda tambien solitaria y mortecina; transitaba por ella. A la vera arboles, y sobre ellos un cielo obscuro, con apenas el resplandor de claros inexpugnables.

El camino me llevo a la cima de una pequeña colina. Me detuve a mirar de nuevo aquellas soledades inmensas y aquella penumbra envolvente. El ambiente asi me llevo por fin a entablar este dialogo, este monologo sentido y razonado; al menos el sueño me hacia sentir que asi era.

"Estoy cansado de vivir, Dios. Aburrido de vivir una vida que no se deja sujetar, que no permite aprender, que te limita por todas partes. Toda ella una fantasia, donde crees aprender y evolucionar y transitar hacia alguna parte, hacia cosas mejores queremos creer. Pero que siempre te vuelve al mismo sitio.

Una vida ciclica y rutinaria. Nacen unos, crecen, se permean a la vida y sienten que son diferentes y mejores que otros de antes. Mas terminan siendo lo mismo. Cada niña se vuelve una tremula virgen. Cada niño es puro, inocente, limpio. A algunos la vida termina pervirtiendolos, matandoles la inocencia o la pureza; entonces en la edad adulta hay gente buena y gente nociva. Al final la muerte extingue a ambos. Y vuelven a nacer otros, nacen otras promesas de cosas y personas mejores. Y vuelve a suceder la mismo.

Asi hemos transitado el mundo por milenos enteros. No hemos aprendido gran cosa, hoy mismo siguen vivos aquellos grandes vicios inherentes al ser humano. La guerra, las armas para matar. El egoismo, el primero yo y los mios, luego los demas si es que se puede y alcanza para ellos. La sectarizacion, la explotacion, la neo esclavitud, el servilismo forzado. La inconsciencia para con las cosas del mundo, para con los animales, con los recursos, con el planeta mismo.

Esoy aburrido de eso. No me interesa ser parte de eso. Aunque la vida haya gastado sus recursos de siempre para atar a un individuo a la vida; lo hace conmigo al igual que lo hace con todos. Solo que yo he decidido poner el alto."

Decia esto mirando hacia un cielo obscuro, mudo, calmo. Como es su costumbre igual ese Dios al que le hablaba, seguia mudo, invisible, inexpugnable. Dejando la pelota ahi, en mi lado de la cancha para que con mi libre albedrio hiciera el siguiente movimiento.

Segui observando el cielo, el horizonte, la nada. Di media vuelta y emprendi el regreso. En busca del consuelo en los calidos brazos de una mujer que no existe. No para mi.