Hay que tenerle misericordia a la misericordia: simplemente no puedo leer sus textos, porque me parecen alaridos de alguien que está siendo asaltado.
Hay que tenerle misericordia a la misericordia: simplemente no puedo leer sus textos, porque me parecen alaridos de alguien que está siendo asaltado.
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.