Uno de los más graves problemas del Pontificado en los últimos años ha sido la pedofilia. Un acto repulsivo que alcanza a la persona que lo ejerce, y en menor grado a quien encubre el delito. Más aún si ese encubrimiento parte de una autoridad o superior que se vale del cargo para eludir o amortiguar la Justicia. Es el caso de bastantes miembros del clero católico, que comprende a sacerdotes e incluso cardenales.
El día 11 de abril del año 2019 un artículo del diario español “El Pais” da a conocer un documento escrito por el papa emérito, Benedicto XVl. Dividido en tres partes el documento achaca al “Mayo del 68” el origen de la pedofilia. Afirma categóricamente, que en ese periodo ideológico fue donde la pederastia “Se diagnostico como permitida y apropiada”. A esta conclusión llega tras dibujar una sociedad, que en tan solo veinte años se ha ido degradando totalmente hasta llegar a la ausencia de Dios.
Pienso que en todas las etapas de la Historia ha existido la pedofilia. No hay estadísticas si fe mayor en siglos anteriores o en el actual. Lo que si es un axioma (no necesita demostración) es que cualquier ser humano en pleno ejercicio de sus facultades sabe distinguir lo que esta bien hecho y lo que no. “Conciencia” es la palabra acuñada por el Cristianismo. El pederasta, al menos en los tiempos que corren tiene noción de su culpabilidad. Tanto en el terreno de lo religioso, como en el del Código Penal.
Por una mala acción que haga un miembro o más de una Iglesia, no se puede juzgar a esta, a menos que de manera implícita te invite a que lo hagas. No es este el caso de la Iglesia Católica, que ni siquiera lo hace de forma velada. Su actitud es firme en la condena hacia la Pederastia. Otra cosa es el no denunciar el delito y el encubrirlo. Son multitud los casos ocurridos según la prensa. Es ahí donde radica el problema: Que la jerarquía eclesiástica, que no la Institución adquiera la figura de encubridor o colaborador necesario en el delito.
Una de las razones que se han argumentado para la renuncia a ser papa por parte de Benedicto XVl ha sido el encubrimiento. Prensa, radio y televisión en su día lo acusaron de ello. La salpicadura le vino por su hermano el sacerdote George Ratzinger que ocultó casos de pedofilia. Una campaña en la que no se pudo probar nada ,se alzó incluso contra el papa dimitido. Según algunos causa esencial de su dimisión.
Al llegar a este punto nos encontramos con el actual papa Francisco, en el Vaticano. No ha finalizado aún su pontificado y sería prematuro el hacer un juicio de su paso por la Santa Sede. Creo que al contrario de lo que afirman las profecías nacidas del vulgo, no será el último pontífice. Le seguirán otros, cuyas glorias y duelos cantaran otros rapsodas. Con mas tiniebla que luz he escrito estos aportes. Los he acompañado con videos de Youtube para suplir mis enormes deficiencias. Si algo bueno he logrado quisa sea el despertar el interés. Espero ahora sea el lector quien movido por la curiosidad indague sobre el tema ¿Con eso, me daeía pr pagado!