Cuando Jesús vivió como humano, el espíritu que gobierna este mundo le propuso que le daría todo su imperio mundial si solamente le rendía un acto de reverencia. Jesús se negó, porque en este acto hubiera traicionado a Su Padre y Su propósito de hacer que ese enemigo suyo cayera bajo los pies de una descendencia justa, un Rey que lo aplastaría por completo. Jesús sabía que ese Rey futuro sería él mismo. Cómo iba a ceder a esta malsana proposición del enemigo de Dios?

Imagínense ahora mismo que la élite mundial (algo que se supone existe), pidiera una entrevista con el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová para proponerles que: como la comunidad internacional de Testigos es la única comunidad relevante del mundo que ha logrado mantener a sus miembros unidos sin algún tipo de abuso aun en todos los países donde están presentes, que todos tenemos iguales creencias y la misma dirección, que todos nos consideramos hermanos y nos sentimos felices en nuestra hermandad espiritual ... que es algo que de a todas todas ellos han estado tratando de lograr por cualquier medio ...

... le hicieran una proposición semejante a la que el Diablo le hizo a Jesús. Que estarían dispuestos a cederle la educación mundial y el control, con el único limitante de esos que proponen y sus familiares y personas selectas ... qué creen que harían mis hermanos? Con toda seguridad rechazarían ese tipo de proposición. El porqué se lo pueden imaginar ... es semejante a porqué Jesús rechazó la propuesta del Diablo.

Luc. 4:5 Ahora el Diablo lo llevó a un lugar alto y le mostró en un instante todos los reinos de la tierra habitada. 6 El Diablo entonces le dijo: “Te daré la gloria de estos reinos y autoridad sobre ellos, porque esta autoridad me la han entregado a mí y yo se la doy a quien yo quiera. 7 Por eso, si realizas ante mí un solo acto de adoración, todo será tuyo”. 8 Jesús le contestó: “Está escrito: ‘Adora a Jehová tu Dios y sírvele solo a él’”.