Un texto bíblico que puede analizarse semejante a Luc.9:24 (y sus paralelos) es el siguiente:

Juan 6:39 Esta es la voluntad del que me ha enviado, que no pierda nada de todo lo que me ha dado, sino que lo resucite en el último día. 40 Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que contempla al Hijo y ejerce fe en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día”.

Si unen el razonamiento a partir de este texto con el razonamiento del texto anterior, verán que cuando una persona muere, está perdida hasta que sea resucitada. Es por eso que Jesús dice aquí: "que no pierda nada ... sino que lo resucite".

Si existiera un alma inmortal esas palabras de Jesús no tendrían sentido alguno, pues un alma que supuestamente vá a los cielos a disfrutar al lado de Dios por haber sido buena, no está perdida y no necesita de resurrección.

Es por eso que vuelvo a citar lo que sucede cuando una persona que muere no es resucitada:

1Cor.15:12 -19

12 Ahora bien, si de Cristo se está predicando que él ha sido levantado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos entre ustedes que no hay resurrección de los muertos?

13 Realmente, si no hay resurrección de los muertos, tampoco ha sido levantado Cristo.

14 Pero si Cristo no ha sido levantado, nuestra predicación ciertamente es en vano, y nuestra fe es en vano.

15 Además, también se nos halla falsos testigos de Dios, porque hemos dado testimonio contra Dios de que él levantó al Cristo, pero a quien no levantó si los muertos verdaderamente no han de ser levantados.

16 Porque si los muertos no han de ser levantados, tampoco ha sido levantado Cristo.

17 Además, si Cristo no ha sido levantado, la fe de ustedes es inútil; todavía están en sus pecados.

18 De hecho, también, los que se durmieron [en la muerte] en unión con Cristo perecieron.

19 Si solo en esta vida hemos esperado en Cristo, de todos los hombres somos los más dignos de lástima.