¿Qué ley mandaba ofrecer sacrificios por el pecado? Si Dios no quería sacrificios y a Dios no le agradaban los sacrificios para quitar los pecados, ¿quién había mandado esos sacrificios que estaban escritos en la ley y que a Dios no le agradaban?
Está claro que aquellos mandatos de hacer sacrificios no habían sido realmente dados por Dios. Por eso Jesucristo recordó en el Evangelio que Dios quería misericordia y no sacrificios.