Estas almas, los animales, también mueren

Rev. 16:3 “El segundo [ángel] derramó su tazón sobre el mar. Y se convirtió en sangre como de muerto, y toda alma viviente murió, sí, las cosas que había en el mar.”

Lev. 24:18 “El que golpee mortalmente el alma de un animal doméstico debe hacer compensación por ella, alma por alma.”