Sé animoso, y sea fuerte tu corazón. Sí, espera en Jehová (Sal. 27:14).

¿Qué nos ayudará a ser valientes? Confiar en Dios y seguir los pasos de su Hijo (Sal. 28:7). Durante su ministerio, Jesús demostró de muchas maneras que era valiente. Por ejemplo, dijo sin miedo que los líderes religiosos engañaban a la gente con doctrinas falsas (Mat. 23:13-36). No permitió que las cosas malas del mundo lo corrompieran (Juan 16:33). Nunca dejó de predicar, a pesar de que sus enemigos trataron de detenerlo (Juan 5:15-18; 7:14). Y, en dos ocasiones, echó del templo a quienes mostraban falta de respeto por la adoración a Jehová (Mat. 21:12, 13; Juan 2:14-17). Después, cuando los soldados fueron a arrestarlo en el jardín de Getsemaní, Jesús se identificó sin dudarlo. Y aunque sabía que su vida estaba en peligro, protegió a sus discípulos (Juan 18:1-8). Ante el Sanedrín, no tuvo miedo de afirmar que él era el Cristo y el Hijo de Dios, a pesar de que sabía que el sumo sacerdote estaba buscando excusas para matarlo (Mar. 14:60-65). w15 15/2 2:3, 5, 6