Jesús hablaba de subir, pero nunca habló de pasar a otro plano paralelo.
Dijo que había muchas moradas, pero en la casa de su Padre, ¿ y las demás ?.
Si Jesús contemplaba moradas de su Padre, a todas las moradas, entonces se puede concluir que el infierno también era morada de su Padre, porque él la hizo.