“Alma.”—
Una criatura viviente,
humana o animal;
vida como persona inteligente; otros usos
Heb.: נפש (né·fesch); gr.: ψυχή (psy·kjé); lat.: á·ni·ma



En las Escrituras Hebreas la palabra hebrea né·fesch aparece 754*veces,
primero en Gé 1:20. La Traducción del Nuevo Mundo
la vierte consecuentemente “alma”,
y en cada caso esta palabra resulta inteligible a la luz del contexto.
El uso de esta misma palabra hebrea
en muchos contextos diferentes nos ayuda a determinar
cuál era la idea fundamental inherente a ella según
la usaron los escritores de la Biblia, a saber:
una persona, un individuo, o una criatura inferior;
o la vida de que una persona o un animal disfruta como tal.
Esto es totalmente diferente de lo que los antiguos egipcios,
babilonios, griegos y romanos llamaban alma en sentido religioso y filosófico.

En las Escrituras Griegas Cristianas
la palabra griega psy·kjé aparece por sí sola 102*veces,
primero en Mt 2:20. Entre ellas están Ef 6:6 y Col 3:23,
donde se encuentra en la expresión “de toda alma”.
Además se emplea en muchas palabras griegas compuestas,
como en Flp 2:2,19; 1Te 5:14.
La Traducción del Nuevo Mundo
vierte consecuentemente psy·kjé “alma”.
Esta traducción uniforme mediante el uso
de la misma palabra en español resulta
muy iluminadora en cuanto
a cómo empleaban psy·kjé los escritores inspirados,
y qué propiedades le atribuían.