- Laboral, bien. Crecí muchísimo en este trabajo, enfrenté situaciones complejas que resolví favorablemente e hice aportes increíblemente buenos (aunque no debería ser yo quien lo diga). Lamentablemente, y sí lamentablemente porque a un final resulta que sí tengo un corazón noble, aprendí que no recibir nunca las palabras "buen trabajo" te hace querer no cometer errores.
- Familiar, bien.
- Deportivo, bien. Retomé el ejercicio en mayo después de una época de transición un poco complicada y unas lesiones viejas de tobillo no me han llegado a afectar.
- Cuidado personal... diría que bien sin embargo el uso y abuso de ciertas sustancias enteogénicas me jode la existencia. Estoy curado de eso que llaman "culpa" pero aún así es difícil a veces sobrellevar una vida en la cual te vas aislando y llegas a un punto en el que eres tú y tus demonios internos. Sin salida.
- Amistades, re mal. Mis adicciones y el hecho de ya llegar a cierta edad en donde todos, menos yo, tienen lo que se supone que se debe tener a esta edad es socialmente detestable. Me he aislado, separado, alejado mucho de casi todos los amigos y conocidos y la presión de tener que soportar los "porqué" me enoja muchísimo. A veces siento que mi cabeza va a exploar porque hay muchísimo que quisiera decir pero una respuesta forzada a ese "porqué" no está incluida en mis soliloquios.
Pienso que las valoraciones cuantitativas no se deben aplicar a lo que claramente no se puede medir con números. "Hablo un 80 % de inglés " por ejemplo, ¿Sí vieron la absurdo de la afrimación? Bueno, a eso me refiero. Sobre el año no diré un 6, o un 10, o un 1, simplemente diré que estoy viviendo intensamente a pesar de las carencias, las naturales y las auto-provocadas.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.