Awww... qué precioso, Estrellita!! Delicado y hermoso, a la vez!



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De Qian Yi


Pecado


Señor, con qué prolijidad nos has encerrado!
Primero nos sazonan nuestros padres;
Luego los maestros nos entregan las leyes;
Nos envían amordazados hacia las reglas de la razón,
Los santos mensajeros, los púlpitos y los domingos;
El dolor que espía al pecado,
Las variadas aflicciones,
Angustias de todo tamaño,
Finas redes y engaños para cazarnos,
Biblias abiertas descuidadamente,
Millones de sorpresas;
Bendiciones previas,
Lazos de gratitud,
Melodías de gloria resonando en nuestros oídos;
Afuera, nuestra vergüenza;
Adentro, nuestras conciencias;
Ángeles y perdón,
Eternas esperanzas y temores.
Y sin embargo,
Un íntimo y perverso pecado
Destruye todas estas vallas,
Toda esta celestial edificación.


Sin, de George Herbert