Hola,
ay, ay, ay!!! Yo fuì el rey de los que se dejaron cosas en el tintero. Absorbido por la profesión, por mis pasiones, por mis estudios, por mis anhelos, olvidé màs de una vez decir lo que sentía por otra persona. Logré ser para mì lo que pretendì en todo (y aùn màs), pero dejé atrás millones de sueños rotos, frases incompletas y no fuì para los demás. Un egoísmo propio del soñador.
Hoy estoy recuperando tiempo perdido y tratando de reabrir el tintero para ver si logro recuperar todavía algo, pero es muy poco lo que se puede hacer cuando pasò el momento justo. Aprovecho ahora, ya que no pretendo nada màs para mì (seguiré por inercia nomàs).
Personas que ya no están y no les dije todo lo que los apreciaba: Mi vieja, mi viejo, el gordo Raùl, el José.
Estoy logrando que no quede nada màs adentro del tintero, al menos de todo lo que el presente me permita. Mi egoísmo me permitió una vida muy feliz y completa, pero no ayudé a completar la de otra gente; hoy es todo distinto y si bien no se recuperarà lo anterior, no dejaré que luchar por ganarme otra lagrima en mi funeral. Hoy soy menos egoísta y siento que soy màs importante para mis seres queridos.
Como decimos en Italia:
es inútil llorar sobre la leche derramada,…. pero…trataré de no derramar màs.
Saludos.