EL APOCALIPSIS I

Apocalipsis deriva del griego “apòkalysis”, que significa “descubrimiento”. Este libro tambièn es conocido como Revelaciones.

Se trata de una profecìa, como lo manifiesta su autor. Pero….¿què es una profecìa?. Viene del griego “propheteia” que significa: Predicciòn por inspiración divina; las cosas distantes o futuras.

Dentro de los estudios psìquicos, este fenòmeno es catalogado como “Precognición”, si es un hecho del futuro que realmente suceda y que fue conocido con anterioridad porque alguien lo revelò. Esto, siempre y cuando se verifique que sucediò con todos los detalles anunciados.

Si el hecho anunciado o profetizado es del pasado o del presente, se cataloga como “Clarividencia”. En estos casos hay que ser bien especìficos y mencionar si la clarividencia es sobre un hecho del pasado, o es sobre un hecho actual. Pero eso sì, no vagamente sino especificando el hecho y el lugar donde està sucediendo.
Narremos un famoso caso de clarividencia:

Emanuel Swedenborg, (1.688-1.772), erudito sueco que en 1.756, luego de un viaje a Inglaterra desembarcò en Gothenburg, a cincuenta millas de Estocolmo, fue invitado a una reuniòn en casa del señor W. Castel, a la que acudieron unas quince personas.
A eso de las seis de la tarde, Swendenborg que habìa salido a la sala, regresò pàlido y lleno de terror.
Anunciò que en ese instante se habìa declarado un gran incendio en Estocolmo, en el barrio de Sûdermalm, y que el fuego se propagaba a gran velocidad. Dijo que la casa de un amigo a quien nombrò, ya estaba completamente quemada. A las ocho, cambiò su triste aspecto y dijo con alegrìa: ¡Gracias a Dios! El incendio se apagò tres casas antes de la mìa.

Este es un caso de clarividencia de un hecho presente que luego de llegadas las noticias, estuvieron de acuerdo con lo narrado por Swendenborg. El estaba viendo el hecho y lo narraba a los presentes en la reuniòn. Era el conocimiento de un hecho que estaba sucediendo. Una clarividencia del presente, pero distante.

Pero esa clarividencia pudo haber sido de un hecho del pasado. Si Swendenborg hubiese llegado a Estocolmo una semana después del hecho y hubiese tenido la clarividencia de lo que sucediò una semana antes, habrìa sido una clarividencia de un hecho del pasado.

No existe la clarividencia del futuro. ¿Por què? Porque no hay hechos en el futuro. Existen las probabilidades de cosas que podrìan suceder en el futuro sobre presunciones de lo que està sucediendo en el presente; pero en el futuro nada està hecho. No hay nada. Y ¿por què de nuevo? Sencillo: Porque no ha sucedido nada en el futuro ya que futuro es todo lo que sucederà pero que no ha sucedido aùn. Y si no ha sucedido aùn, entonces para el futuro existen sòlo probabilidades de que algo pudiese suceder.

Lo siento por los que creen que todos los seres y todas las cosas estàn predestinados a algo. La predestinaciòn la elaboramos nosotros con nuestra actuación y actividad del presente. En el futuro no ha sucedido nada por una sencilla razòn: El tiempo no ha pasado, ni està pasando en el futuro.

Ahora, hablemos de probabilidades. Ciertas cosas del presente, pueden pasar a ser hechos del futuro, pero repetimos: A juzgar por lo que està sucediendo en el presente. Pongamos un ejemplo:

Hasta hace pocos años, Oriente y Occidente estaban envueltos en lo que se conocìa como la “guerra frìa”. Las condiciones estaban dadas para un conflicto armado. Existìa esa probabilidad futura.
Cualquier “profeta”, o “mèdium” , o “precognitivo”, hubiese podido “profetizar” una tercera guerra mundial, y en efectos hubo algunos que asì lo hicieron, y esa “profecìa” no tenìa nada de decabellada. Era una probabilidad. Pero los que hicieron la “profecìa” de una tercera guerra mundial, sòlo hicieron el ridìculo. Las condiciones dadas para esa probabilidad desaparecieron porque al desaparecer los motivos presentes, desaparecieron tambièn las probabilidades futuras de una tercera guerra mundial. No hay nada escrito en el futuro. Nada registrado para que se pronostique algo. Solamente probabilidades en base a los hechos del presente.

Esto no quiere decir que no pueda desatarse una tercera guerra mundial, pero no por el motivo que hemos analizado sino por cualesquiera otros. Mientras el hombre imperfecto de este planeta actùe con imperfección, no solamente estaràn abiertas las probabilidades para una tercera guerra sino para unas cuantas màs. Los humanos no aprendemos.

¿Se dan cuenta? Una “profecìa” no es necesariamente un hecho del futuro. Es sòlo una probabilidad de un hecho futuro que no necesariamentre tiene que suceder si se ponen los correctivos a las causas presentes que podrìan llevarnos a una probabilidad futura.

Tambièn existe el peligro que una clarividencia del pasado, pueda ser tomada como una “profecìa”, o sea, como un hecho por suceder cuando en realidad ya sucediò. Por eso es importante que los “clarividentes” y los “precognitivos”, al momento de tener esas manifestaciones, deben establecer lugar y fecha del suceso. Si no pueden establecer estas dos cosas, harìan bien en archivar su visiòn que podrìa causar una alarma innecesaria, porque al tener la visiòn si no especifican lugar y fecha, los que la tuvieron pueden creer y asì anunciarlo, que eso sucederà pronto, como le sucediò a Juan con su visiòn del Apocalipsis. Han pasado muchos falsos profetas anunciando muchas falsas profecìas de cosas que no se dieron: Fin del mundo. Llegada de Jesùs. Guerras. Calamidades, etc., etc.

Terminada esta explicación, analizaremos la “profecìa” del Apocalipsis razonàndola desde dos puntos de vista: De considerarla sòlo un hecho paranormal, y tambièn desde el punto de vista de que es una “revelaciòn divina” como lo reclama el autor de este libro del Nuevo Testamento.



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