“COMODIDADES” ESPIRITUALES

Cierto dìa, un amigo me preguntò: Roberso, ¿de què comodidades gozan los espìritus en el espacio? ¿Tienen nuestras mismas comodidades?

Nosotros estamos tan materializados que no podemos concebir una vida espiritual sin tener goces materiales.
Esto ha dado paso al mito de la resurrección en el dìa del “juicio final”. Los salvos en el dìa del “juicio final” seràn los que tengan todos los goces habidos y por haber, y ademàs de la bienaventuranza espiritual, viviràn la eternidad de Dios, Pero eso sì, con un cuerpo fìsico.
Eso es puro materialismo, y no se concibe una teorìa materialista como el premio màxino y final, para los adeptos de una religión espiritualista.

Otra religión promete a sus adeptos, que en el paraìso tendràn de todo, pero mucho mejor que acà, y todas las mujeres que se les antoje. ¡Por Dios!

En el plano espiritual no existen, porque no son necesarias, las comodidades del plano material. A los espìritus, ¿para què les hacen falta los coches, (menos mal, con lo caros que estàn, y la gasolina ni se diga), tampoco el uso de buses, metros y aviones? El espìritu puede trasladarse de un sitio a otro con la velocidad del pensamiento. Pero si quieren hacerlo, pueden limitar a voluntad esa velocidad a la de una caminata normal.

Tampoco necesita “nidos de amor” o moteles. ¿Para què? El espìritu es asexuado. El sexo es del cuerpo. El espìritu encarna como hombre o como mujer, el sexo que necesite para cumplir con los propòsitos que trae. Las necesidades sexuales se quedan en este plano con la muerte del cuerpo.
El hecho de que las entidades sean vistas con formas masculinas y femeninas, es por que después de la desencarnaciòn, el cuerpo espiritual conserva la forma de su ùltimo cuerpo fìsico, que la perderà al reencarnar nuevamente. Pero el espìritu puede darle una forma diferente, aunque momentànea a su cuerpo espiritual por ideoplastia.
El que piensa que cuando desencarne va a andar en el espacio de bragueta alegre como acà, que no desencarne, (si puede), porque en el màs allà: ¡Cero sexo!

¿Para què necesitan muebles? ¡Para nada! El que se cansa es el cuerpo fìsico. El espìritu no se cansa. Si no se cansa, ¿para què muebles para descansar, como sillas, poltronas o sofàs?
Si las entidades no necesitan descansar, no necesitan dormir, y ya no pueden tener sexo, ¿para què la cama?
El espìritu no necesita alimentarse con la comida mundana, ¿para què la cocina, el comedor, las ollas, la vajilla, etc.?
El espìritu se energiza, (muchos de ellos ni lo saben siquiera), automáticamente con el fluido universa, (prana para los orientales), y no es por la boca. Es por saturaciòn del cuerpo espiritual.

El espìritu es todo visiòn. Entonces, ¿para què los lentes de contacto o de marco?
Si las aparenres ropas con que se los ve, sòlo son extensión de su cuerpo espiritual, ¿para què los zapatos, “de marca” o baratos?
¿Para què los vestidos que masculinizan a la mujer y feminizan al hombre? En las poquìsimas oportunidades que los espìritus con cierta evoluciòn se manifiestan, se los ve con una tùnica.

No faltan los que tratan de materializar el mundo espiritual. Hay libros dictados por ciertos espìritus a algunos mèdiums, y que no sè por què causa los han clasificado como “espìritus superiores”, pero que son de falsa instrucción, en donde estos fascinadores, (obsesores en segundo grado), han hecho creer a los incautos, especialmente en Brasil que es donde se han recibido, se han editado y se han hecho circular por todo el mundo, en donde dicen cosas como esta: Que cuando uno està a punto de morir, llega un equipo de espìritus cirujanos, y con pinzas y tijeras “cortan” el cordòn espiritual al que muere.
¡Asì! Como si fuera un ombligo. ¡Por Dios! Al momento de la muerte, el cordòn espiritual se desvanece. No necesita ser “cortado”.

¿Para que se necesitan mèdicos y cirujanos en ejercicio, si ya no tenemos cuerpo fìsico?
Una fantasìa como esta, da origen a otra serie de preguntas:
¿Estàn colegiados? ¿Para quièn trabajan? ¿Les pagan a tiempo o tienen que organizar protestas para que lo hagan? ¿Tienen suficiente material para atender a “los pacientes” o es como en nuestros hospitales que no hay ni algodòn? ¿Hacen huelga los mèdicos? ¡Por favor!
El espìritu no se enferma. Ya sin cuerpo, tampoco puede exirpàrsele el apèndice, o las amìgdalas, o practicarle una vasectomìa porque ya no tiene esos “accesorios”.
Allà sòlo hay espìritus, no hay ejercicio de profesiones y oficios. Lo ùnico que vale es la calidad espiritual de cada entidad.

Esto no quiere decir que los espìritus estèn de vagos todo el tiempo, pero sus ocupaciones son espirituales, de aprendizaje y de mejoramiento. Tambièn allà se trabaja para la evoluciòn espiritual de cada quien. Es la evoluciòn espiritual lo importante, es la generalidad, auque puede haber algunos atrasados que todavía no le concedan tanta importancia a su evoluciòn.

Cuando lleguemos, no nos extrañe que la que fue cocinera de la casa, estè en un estado evolutivo superior al que tengamos nosotros. Igual el bedel del instuto educativo en el que dàbamos clase. O la màs humilde de las enfermeras del hospital en donde ejercíamos la medicina. ¡Cosas de la vida!

Pero….sigamos con la materializaciòn del mundo espiritual. Estos obsesotes burlones que han dictado libros a mèdiums brasileros, tambièn nos hablan de Centros Asistenciales. Casas de Reposo Mental, (¿orates en el espacio?). Hablan de camillas, enfermeros, etc.
Muchas personas creen que por el hecho de tener acà una familia constituida, al llegar allà, todos se van a reunir nuevamente y continuar juntos “per sècula”.

Puede que en pocos, pero pocos casos suceda una cosa tal, siempre y cuando la familia haya tenido una afinidad total, en cuanto a calidad espiritual, y calidad humana como vivientes.

Si esa afinidad no ha sido total, lo màs probable es que la sufrida esposa se ubique en un plano espiritual superior en el que se ubicarìa el borracho, mujeriego, jugador e irresponsable que fue su esposo.
Y que los que fueron sus hijos, tambièn se dispersen en diferentes planos de progreso segùn el estado evolutivo de cada uno de ellos.

Las familias en las que no existen una total afinidad entre esposo y esposa, pades e hijos, hermanos con hermanos, al llegar al espacio, cada cual tomarà el sendero que les corresponde, no el que quieren, y hasta alguno de ellos no vuelvan a encontrarse jamàs. Tampoco a trabajar juntos jamàs.

¿Quisièramos estar siempre con los mismos miembros de nuestra familia? Entonces, trabajemos por una completa afinidad. Amor, respeto, consideración, tolerancia entre todos.

Pròximo escrito en este mismo tema: ¡GRACIAS A DIOS!