Desde la primera vez que escuche, que era posible la sustitución del motor de combustión interna en los automóviles por un motor eléctrico, he seguido el tema con interés, y trato de mantenerme al día en lo que puedo, pero si algo no ha cambiado desde que era un adolescente hasta ahora, es que todos los años, es el año que se anuncia el “gran despegue” de esta tecnología y todavía sigo esperando.

Avances han ocurrido a lo largo del tiempo, muchos de los cuales podemos ver y palpar, pero más allá del hecho que existen carros eléctricos actualmente en nuestras calles y avenidas, no deja de parecerme que existe mucho más propaganda y mercadeo, que hechos concretos, y es lo que pretendo que exploremos juntos en este artículo.

Si bien la única condición para que un automóvil sea considerado “eléctrico”, es que sea impulsado por un motor eléctrico, dicha definición es demasiado simple, y no permite diferenciar entre las distintas tecnologías desarrolladas para este fin, las cuales son tan diferentes unas a otras como lo podrían ser dos personas cualquiera que nos encontremos en la calle.

La diferencia estriba principalmente, en cómo se alimenta el sistema eléctrico del vehículo para hacerlo funcionar, considerando los diversos tipos que podemos conseguir en el mercado, los podemos clasificar como:

Vehículos de pila de combustible: Los menos comunes, usan una celda de combustible (normalmente hidrogeno) para generar electricidad mediante reacciones químicas.

Vehículos de banco de baterías recargables por la red eléctrica: Los siguientes en popularidad, con respecto a los de pila de combustible, cuentan con un banco de baterías que alimenta el motor eléctrico, y que necesita ser recargado periódicamente, al enchufar el auto a un cargador especial de baterías o directamente a la red eléctrica.

Vehículos híbridos: Los más populares en el mercado. Cuentan con un motor eléctrico, un motor de combustión interna, y un banco de baterías, el banco alimenta el motor eléctrico bajo ciertas condiciones, pero es reemplazado en todas las otras por el motor de combustión interna. La batería se puede cargar ya sea mediante el motor de combustión interna (como un carro convencional carga la batería mediante un alternador), o por medio del frenado regenerativo (cuando el vehículo frena se transforma parte de la energía cinética en energía eléctrica), o enchufándolo, o cualquier combinación de todas las anteriores.

Debido a la rareza de los vehículos de pila de combustible, y al hecho de que los híbridos cuentan con un motor de combustión interna, considerare en este artículo solamente como autos eléctricos a los vehículos de banco de baterías recargables por la red eléctrica o conocidos también como Vehículos enchufables de batería (VEB).

(continuara)