Cuando se habla de sacrificio muchos asociamos la idea con historias católicas.
Antes que nada, no me sacrificaría por nadie.
Uno dijo por ahí por mi madre. Claro, pero puedes inmaginar a tu madre vivir sin su hijo, súmale el sentimiento de culpa pues él lo hizo por ella, súmale a ello el contexto trágico por el cual alguien tuvo que recurrir al sacrificio.
Simplemente esas cosas heroícas son de historias épicas, bélicas, de películas y no cotidianas.
Al pan, pan y al vino, vino.
Yo no sé porqué. Usted no sabe porqué. Lo más probable es que Dios tampoco sepa porqué. Sólo es un asunto del gobierno.