A un Yo que se niega a recluírse en el olvido.
"Yo te amo" le decía a ella;
la miraba con ojos líquidos;
ella lo abrazaba oyendo a su
costado que le susurraba lo
hiciera con prisa.
"Yo nunca hubiera maquinado
cosa semejante" dijo el diablo
asombrado cuando leyó
las páginas del alma de él