No era la Muerte, pues yo estaba de pie…
Emily Dickinson
No era la Muerte, pues yo estaba de pie
Y todos los muertos están acostados,
No era de noche, pues todas las campanas
Agitaban sus badajos a mediodÃa.
No habÃa helada, pues en mi piel
Sentà sirocos reptar,
Ni habÃa fuego, pues mis pies de mármol
PodÃan helar un santuario.
Y, sin embargo, se parecÃan a todas
Las figuras que yo habÃa visto
Ordenadas para un entierro
Que rememoraba como el mÃo.
Como si mi vida fuera recortada
Y calzada en un marco
Y no pudiera respirar sin una llave
Y era como si fuera medianoche
Cuando todo lo que late se detiene
Y el espacio mira a su alrededor
La espeluznante helada, primer otoño que llora,
Repele la apaleada tierra.
Pero todo como el caos,
Interminable, insolente,
Sin esperanza, sin mástil
Ni siquiera un informe de la tierra
Para justificar la desesperación.
«The brain is the seat of madness and delirium.»
… abrà mi cuarto, mi pequeña apariencia de hogar, donde me esperaban el sillón y la estufa, el tintero y la caja de pinturas, Novalis y Dostoyevski, igual que a los otros, a los hombres verdaderos, cuando vuelven a sus casas, los esperan la madre o la mujer, los hijos, las criadas, los perros y los gatos."
(El lobo estepario. Herman Hesse)
«The brain is the seat of madness and delirium.»
Creo en la pura alegrÃa surrealista del hombre que, consciente del fracaso de todos los demás, no se da por vencido, parte de donde quiere y, a lo largo de cualquier camino que no sea razonable, llega a donde puede.
André Bretón
«The brain is the seat of madness and delirium.»
]Cuando las paredes te aprisionan, cuando las puertas se te cierran, cuando
los caminos se pierden, cuando tus huellas se confunden..
Cuando no presentas batalla, cuando la indiferencia es tu bandera, cuando
gritas irrecuperable ante la puerta de tus opresores, cuando las causas no
son suficientes y los efectos devastadores, cuando depones las armas antes
de entrar al campo de batalla.
Cuando pierdes sin presentar pelea, cuando te revientan la cara sobre el rin y
las cuerdas impiden que caigas, cuando volteas y tu esquina está vacÃa,
cuando te arrastras a tu cama y esta te recibe con todas las huellas de los
fracasos.
Cuando te gritan inútil, inadaptado, incoherente y sigues jugando con las
palabras en tu cerebro mientras una sonrisa cÃnica aflora en tus labios.
Cuando huiste antes de que te abrazaran, cuando estabas en el piso y
mirabas todo tan alto y tan grande, cuando el instinto animal te obligo a que
le poseyeras una y otra vez para luego abandonarle. Cuando arrancaste de
tajo todas las raÃces y corriste con el temor y la rabia.
Cuando miserable es tu nombre y maldito bastardo tu apellido, una cueva por
morada y la bola de recuerdos que se empeñan en invadirte, cuando
sofocado gritaste basta ya, detengan el carrusel ya no es divertido, cuando
esa voz susurro en tu oÃdo izquierdo beber de su sangre antes de que cayera
en la nieve.
Cuando es suficiente, cuanto es necesario, que es lo que buscas pequeño
bicho al roer el gusano podrido que todos llaman vida, que tienes que
subastar hoy para obtener un buen polvo, deberás cumplir la condena
completa ó ese Dios triste y envidioso seguirá fornicando tu alma.
«The brain is the seat of madness and delirium.»