Encontre esto sera verdad??????

En primer lugar se encuentran las "aseñoradas". Son las que están totalmente “out” del circuito y la moda. Se pintan demasiado el rostro, usan adornos muy grandes y suelen ir a retocarse al baño cada dos minutos. Sus temas siempre son sobre cultura y política nacional, un bodrio para ellos.

Las "parlanchinas". Se puede ser simpática y agradable, pero hay un límite muy fino al que se puede llegar: ser pesada. Lo deben evitar, hay que tratar de no hablar demasiado para no agotarlo. Si el hombre pregunta se responde pero, si no lo hace, hay que callarse.

Las "condescendientes" son las mujeres que viven para halagar a su pareja. Son el club de las sometidas y tratan de ser educadas pero parecen tontas. Sólo aquellos demasiado vanidosos pueden gustar de este ya que les encanta que todo el tiempo los adulen y los caractericen con adjetivos positivos.

La peor de todas son las "demasiado simpáticas". La sonrisa constante, la alegría derrochadora, el chiste permanente y la típica frase “me da igual”, agota a los hombres ya que las posicionan en una postura de falsas.

Otro tipo son las famosas "huecas". Aquellas que sólo hablan de ropa, dietas, fiestas de moda y famosos. Hay que pensar antes de abrir la boca, no decir simplemente lo que sale. Es más atractivo ser simple y humilde.

Y por último, una de las peores: "cara de altar". Desde lejos, los hombres se dan cuenta de que llevan el ramo blanco bajo el brazo y que lo único que piensan es en casarse y tener hijos. Para algunos, estar frente a una señorita que lo único que busca es vestirse de blanco los lleva a correr muy lejos. Para evitar mostrarse así, no se debe hablar sobre las amigas embarazadas, casadas y con hijos, ni tampoco de sobrinos, hogares, fiestas de casamiento, ni de cuántas veces agarraron el ramo u obtuvieron el anillo de la torta.