..recapitulando ...

Dios es Dios
Primer axioma de la realidad.

1.- En el principio creó Dios los cielos y la tierra…. Gen, 1:1

¿Cómo podemos encontrar consistencia en esta declaración con que comienza la suprema revelación del Creador hacia la criatura?

… en el profundo respeto de Dios hacia la razón con que distinguió a la humanidad, del resto de los seres vivientes…

Antes de la caída del género humano en el mal, Dios le había dicho al primer hombre y su mujer: … “fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla” ... pasaron sesenta y tres siglos y en los últimos doscientos años recién hemos podido observar este mandamiento en una sola palabra: FRUCTIFICAD, si, hemos fructificado, ahora se puede decir que la humanidad sabe más que en ninguna época de la historia excepto la antediluviana, pues hasta hace muy poco la máxima aspiración era el poder y la supremacía de los imperios lo cual sigue siendo la meta del socialismo, siendo esto evidente en nuestra historia.

Pero algunos dejaron esta tara cultural, como ejemplo está el cambio radical que se vio en la nación Japonesa, cuya tradición samurai suicida hizo de cada piloto aéreo, un misil contundente contra cualquier armada, eso los convirtió en el enemigo más temerario de la segunda guerra mundial, pero sufriendo la amarga experiencia atómica de parte de su adversario norteamericano, hizo de lado el imperialismo y se volvió hacia el desarrollo tecnológico en el cual hoy tiene el podio bien ganado.

Pero ¿porqué hablo de Japón si debería hablar de Dios? Porque este país es un hito del progreso humano, porque ellos tienen parte en la extensión del poder científico la cual nos ha dado el máximo saber; Recordaré brevemente: ellos tuvieron la idea de fabricar un integrado para la primera calculadora electrónica, como no tenían la tecnología encomendaron el trabajo a los americanos, estos no tenían noción de hacer algo así pero lo desarrollaron por pedido, así llego a fabricarse el primer procesador o CPU, viendo la potencialidad del artefacto, se pensó en mejoras y aplicaciones ambiciosas, al grado de que hoy no se concibe nada fuera de este magistral instrumento para el desarrollo humano.

Mi punto es que la humanidad cambió de “sojuzgar” como premisa a “fructificar” siendo esto último lo que Dios había mandado al hombre al principio, o sea el avance del conocimiento y la razón experimental antes aun de la fe misma, pudimos diseñar tecnología para todos los aspectos del universo desde lo infinitamente pequeño hasta lo inconmensurable del cosmos y creamos la computadora para ensamblar e interactuar con todos nuestros instrumentos y descifrar y compilar todo lo desconocido para convertirlo en ciencias en gran manera exactas, ESTO ERA LO QUE DIOS HABIA MANDADO AL PRINCIPIO Y ES LO ÚLTIMO QUE HICIMOS, nuestra tragedia es que la ciencia es la última religión de la humanidad, pudiendo haber sido y es tan solo el medio de alcanzar la conquista del universo.

Tragicómico es ver al hombre sin ciencia, desarrollando cosmovisiones, inventando dioses a partir de hombres de fama legendaria, con el perfil del “superhombre” que exalta el cretino de la “muerte de Dios”, pero Dios, siempre paciente y razonable esperó a que, observando, diseccionando, alterando, fragmentando cada objeto, que llegó a la mesa de experimentación o por nuestros “ojos” electromecánicos, llegáramos a descubrir un universo inteligente además de qué nosotros mismos somos el producto del genoma, que, como un maravilloso súper software, es el diseño de cada criatura viviente, llegamos hasta observar lo que hace a la materia siendo esta solo energía que se mueve, en trillones de nano sistemas, para conformar otros millones de sistemas que hacen del universo lo que es, ahora sabemos que también hay fuerzas físicas, leyes inmutables inherentes en las substancias y fenómenos y, ahora sí, estamos listos para conquistar el vecindario extraterreno.
Con la potencia de la tecnología podemos ver como Dios ve el universo, desde arriba y desde lo más íntimo, reconociendo que algo tuvo que darle su origen, no como el primer cosmonauta con prejuicios dijo: “busqué a Dios y no vi a Dios” sin percatarse que estaba viendo la tierra como Dios la ve desde los cielos.

Dios quería que comprendiéramos su creación y a través de ella le conociéramos, lo dijo al último imperio que ha sobrevivido hasta hoy como sacro romano:

“porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
Porque la cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” … Ro. 1:19-20

En el principio de la historia humana, no sea había escrito un letra de la Biblia, no había un documento o base para desarrollar una cosmovisión, aún no era necesario, por eso Dios ordenó que se desarrollara la intelectualidad, la ciencia, antes de verse en los conflictos territoriales y supremacías de los descendientes, eso era lo natural y necesario, pero no lo hicimos, entonces la ignorancia dio como resultado el patetismo histórico y todo lo que intenta desvirtuar aún la consistencia de la Biblia, que vino al mundo para llenar ese vacío de saber su origen y destino que sufría el genero humano, por las consecuencias del albedrío corrupto.

Estas verdades siempre estuvieron allí pero decidimos no creerlas, porque valoramos mas nuestras especulaciones, sesenta y tres siglos creyendo lo que no habíamos tenido ni la intención de poner a prueba y aún hicimos otras peores y aun hoy estamos actualizando las antiguos errores del conocimiento humano, pero no todos, siempre habrá alguien que le crea a Dios para llegar a la verdad de las cosas, incluso de Dios mismo, porque mirando su creación podemos verlo a él, esta es la razón de Dios construyendo la razón del hombre la cual se haría así misma con el estímulo de la fe, para finalmente consolidar la fe de la razón y la razón de la fe, en la suma de la razón de Dios y la razón el hombre, creado a su imagen y semejanza.

2.- Movimiento, cambio, inmutabilidad…

Tres palabras, dos axiomas y una contradicción, es la síntesis de la apología anterior.

1. El cambio: Un país cambia, el hombre cambia, sus células cambian, su medioambiente, su historia, sea por adaptación, mitosis celular, etc. la muerte de unos es la vida de la siguiente generación de cada especie, aún la sustancia inerte se dirige al principio, como el óxido de un metal sino me equivoco, sabemos que las estrellas tiene sus ciclos de vida, podemos ver sus cadáveres y formación en el espacio, (suponemos), nos guste o no nacemos, somos y morimos juntos e igual que cualquier elemento del universo.

2. El movimiento: Todo se mueve, nada está inactivo, lo que llega a detenerse deja de ser lo que es, pues su energía se disipa en su entorno y es consumida por su inmediato vecino, desde la fisión nuclear de los soles, hasta una misteriosa bacteria tiene una actividad, una causa y un efecto, un modo de ser que sobrevive en la dinámica de sus iguales y anfitriones, el universo entero le debe su existencia al movimiento de si mismo, como un péndulo, se retroalimenta en la distancia que recorre, solo debe llegar al final para volver al principio.

Estos dos axiomas son propios de lo que llamamos existente, una dualidad descubierta por la ciencia que hace del universo un fenómeno vectorial de progreso y deterioro al mismo tiempo, una noción basada en apariencias de esto le llamó evolución, o mutación, que dio una cosmovisión en este sentido inconsistente, ya que no puede definir una razón y propósito entre las cosas ni para si mismas.

3. La inmutabilidad: A pesar de ser concretas estas dos interrelaciones de lo existente, hay una tercera verdad inherente y contradictoria y es lo inmutable, algo, una ley o fenómeno invariable que hace predecible la conducta de los elementos, que por afinidad o polarización se acercan o alejan, conocer y medir este fenómeno presente en todo el universo nos produce seguridad respecto a lo desconocido, más allá aun de nuestras mejor ficción.

Pero no podemos ver, diseccionar, o contener en una probeta estas leyes solo podemos provocar sus efectos y observarlos en la tierra y el espacio, solo creemos en ellas, las aceptamos sin poseer de aquello “materia” para manipular, hicimos una profesión de su existencia porque está allí y el universo le debe su funcionamiento, siendo esto lo que produce el movimiento y el cambio, en ciclos sin fin.

Por esto Dios le ordenó al hombre FRUCTIFICAR desarrollarse, descubrir, tener el conocimiento sólido de saber qué era él mismo y como era coexistente con lo demás, solo a la luz de este conocimiento podría recién preguntarse y saber porque Dios es Dios y por ende su creador, …. Habiendo pues por fin el hombre llegado a ese nivel, como Dios lo ha dicho, “no tienen excusa”.

Ahora que sabemos lo que es la creación, podemos saber lo que es el creador.