El Boom de los Kimonos



Los kimonos, trajes tradicionales japoneses, son generalmente muy caros y difíciles de llevar, por lo que poco a poco fueron perdiendo atractivo. Tras la Segunda Guerra Mundial, cada vez menos personas lo llevaban. En la actualidad, prácticamente todos los japoneses visten ropas al estilo occidental, excepto en ocasiones festivas como en determinados cumpleaños y en las bodas. Sin embargo, en los últimos años, viene siendo más fácil encontrarse con alguna mujer en kimono en las calles de las ciudades.



“Comparado con la situación de hace cinco años, el número de personas que visten kimono ha aumentado en un 30 ó 40%. Las jóvenes solían rehuir el kimono en el pasado, pero en estos momentos van demostrando cada vez más interés”,
El bún del kimono se debe principalmente a una revista llamada Kimono Hime (publicada por Shodensha Inc.). Incluso desde el primer número, aparecido en 2002, la revista comenzó a presentar el kimono como la última moda. El cuarto número vendió 300.000 ejemplares, mantiene un alto número de lectores y las modelos que aparecen en sus páginas se están convirtiendo en estrellas de la moda.



Los kimonos de seda son carísimos - ¡desde varios cientos de miles, hasta millones de yenes cada uno! Sin embargo, algunos de los más vendidos en los almacenes cuestan sólo alrededor de 10.000 yenes, por que están hechos de lana, algodón o cualquier otro material utilizado en la ropa occidental. Una de las razones para la nueva popularidad del kimono es que su precio se asemeja al de un traje occidental.
Otro de los factores es el mercado de kimonos de segunda mano. Algunos fueron hechos en la primera mitad del siglo XX. Los precios varían, pero dada su antigüedad son bastante asequibles. Esto los ha hecho populares entre las jóvenes, que comienzan a ver la belleza de esta prenda. También influyen en su popularidad las combinaciones de colores y de modelos, que los hace diferentes a la ropa occidental.



Con esta nueva tendencia, se ven muchos más kimonos en ocasiones cotidianas y no sólo en acontecimientos festivos.
Tanabe nos señala: “El kimono destaca más la personalidad de la mujer que la ropa occidental. Por ejemplo, un kimono se puede coordinar con diferentes fajines, obi; aderezos de cabello, kanzashi y otros accesorios, eligiendo aquellos que van mejor con el kimono y con el propio estilo. Mucha gente elige el kimono cuando desea estar a la moda, en una cita o yendo al teatro con los amigos”.
Ciertamente el kimono sienta bien, como lo atestiguan las modernas jóvenes japonesas