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Tema: Canicas, ¿en el techo?

  1. #31
    Fecha de Ingreso
    21-septiembre-2007
    Ubicación
    En la Ciudad de la Furia.
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    10.809

    Predeterminado

    Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja, ya verás, Viking ¬¬ ¡te acabas de ganar un buen susto!, muy pronto lo verás e implorarás clemencia ante la transformación de una mujer lobo, ¡muaaaaaaaaaaaaaajajajajajaja!, es más, ni podrás dormir y así me vengaré de todas las noches en vela u.u Sí, sí, una mujer lobo también tiene su corazoncito, snif, y también tiene algunos miedos u.u

    ¡Y no me voy a dormir al aire libre! u.u

    ¡Ah, y sí hay murciélagos en donde vivo! o.o!

  2. #32
    Fecha de Ingreso
    28-mayo-2007
    Ubicación
    México sur-este
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    319

    Predeterminado

    El sonido intermitente lo fue despertando de a poco, y
    tardó unos segundos en ubicar de dónde provenía.
    Observó fijamente el techo. Sí, el ruido surgía de allá
    arriba. En principio, le pareció que sonaba a agua que
    corre en torrente. ¿Habrían salido sus vecinos dejando
    alguna llave abierta? Miró el reloj: las 4 de la mañana.
    En fin, aquél no era su problema. Volvió a hacerse
    un ovillo bajo las cobijas, apoyó la cabeza en la almoha-
    da y cerró los ojos.
    Veinte minutos después, de nuevo el mismo sonido,
    pero esta vez era intermitente. Apoyó los codos sobre el
    colchón, arqueando a medias la espalda y prestó aten-
    ción. En definitiva no podía tratarse de agua que corre.
    En medio de la oscuridad era difícil distinguir de
    qué se trataba. Encendió la lámpara nocturna y volvió la
    mirada hacia el techo. Silencio. Esperó. No se escucha-
    ba más que el ronroneo del refrigerador en la cocina.
    Apagó la luz y se recostó. El sueño no acudió, pero
    el sonido sí lo hizo.
    De plano se sentó en la cama y escuchó atentamen-
    te. Identificó el ruido como el de una docena de canicas
    que caen en cascada a un suelo de madera. Con una
    sonrisa entre triunfante y maliciosa, se levantó y fue
    corriendo a la cocina en busca de una escoba. Regresó a
    su cuarto, se trepó en la cama y golpeó el techo con el
    palo en varias ocasiones. El ruido cesó de inmediato.
    Lanzó una exclamación satisfecha. Aún se quedó unos
    segundos en espera de que las canicas reanudaran su
    brincar. Nada.
    Intrigado bajó de la cama, se acercó a la ventana y
    asomó la cabeza, tratando de ver hacia el departamen-
    to arriba de él. La luz estaba apagada y reinaba el silen-
    cio. Dejó la escoba en un rincón y salió hacia la cocina
    a servirse un vaso con agua. Apenas abrió la puerta del
    refrigerador, las canicas rodaron y rodaron en un viaje
    interminable. Azotó la puerta y alzó la cabeza. ¿Cómo
    podían girar durante tanto tiempo? Los departamentos
    tenían un pasillo de apenas 6 metros de largo.
    Se lanzó a la recámara, tomó el palo de la escoba y
    golpeó el techo mientras vociferaba: “¡Silencio, chama-
    cos del infierno! ¡Dejen dormir, carajo!” Pero el correr de
    las diminutas bolas de vidrio continuó sin interrupción.
    Arrojó la escoba y se dirigió como rayo hacia la puerta
    del departamento, salió al corredor y subió en zancadas
    las escaleras hasta el piso arriba del suyo. Cuando iba a
    moler a golpes la puerta del departamento de donde
    salía el ruido, vio atónito el letrero: “SE VENDE. INFOR-
    MES EN PORTERÍA”. Golpeó de todos modos. La puerta
    cedió y se abrió lentamente. Incrédulo metió la cabeza
    primero y luego el resto del cuerpo. Ahí adentro no
    había ni gente ni muebles, ni mucho menos canicas
    vagando en el suelo. Recorrió todo el lugar mien-
    tras abría y cerraba puertas. No encontró nada.

    Se dio la vuelta para volver a su departamento con
    una sensación de escalofríos que le bajaban desde el
    cerebro. De repente, a sus espaldas dio inicio un leve
    murmullo, primero fue una voz, luego otra, después
    varias que susurraban palabras incomprensibles. Eran
    voces de niños pequeños que se comunicaban en secre-
    to. Al escucharlas, un hilo de sudor helado se le
    desprendió de la frente. El volumen de los susurros
    infantiles fue subiendo de tono y a éste se unieron risas
    contenidas. Entonces, las canicas cayeron otra vez y
    rodaron por el suelo. Él cerró los ojos, intentando con-
    vencerse que se trataba de una pesadilla, que en cual-
    quier momento despertaría en medio de su cama y bajo
    la seguridad de sus cobijas.
    Pero cuando las diminutas esferas chocaron contra
    sus pies descalzos, descubrió que la consistencia de
    éstas no era vidriosa, sino más bien blanda. Y eran
    muchas, demasiadas, quizás. Temeroso abrió los ojos y
    bajó la mirada hacia sus pies. Rodaban y giraban por el
    suelo cientos, miles de ojos que sonaban al chocar entre
    ellos mientras corrían sobre el parquet. Despacio giró
    sobre sus talones para descubrir a un grupo de espectros
    nfantiles que lo observaban desde la profundidad de sus
    cuencas oculares vacías, con los brazos extendidos hacia
    él y las bocas abiertas en una carcajada silente.
    El alarido que se escapó de su garganta no le alcan-
    zó para eliminar de su mente el terror que en ella se acu-
    muló en segundos. Los diminutos fantasmas se cerraron
    en torno de él y un sinnúmero de manos se estira-
    ron hasta apoderarse de su cara. Sus ojos blancos,
    redondos, asustados, cayeron al suelo hasta unirse
    al resto en su loca carrera.
    Antes de dejar de respirar, su último pensamiento se
    remontó a aquella primera vez que el ruido le despertó...
    Imaginó a otros muchos que, como él, escuchaban el
    correr de canicas en el techo en medio de la noche, sin
    atreverse a buscar su procedencia. Deseó haber perma-
    necido bajo las sábanas... ahora era muy tarde. Los
    niños se sentaron en el suelo y continuaron, sin prestar
    atención al cuerpo inerte, su eterno torneo de canicas...
    «Los Ojos de la Verdad están siempre observándonos».

  3. #33
    Fecha de Ingreso
    01-abril-2007
    Mensajes
    184

    Post


    Ay santo cielo...!

    No la atormenten más,bendito.La pobre debe tener unas ojeras increíbles(Se pone un palillo en cada ojo pa' mantenerse ''despierta'').Total,yo le voy a que la Lobita vencerá su miedo...Jum!
    Última edición por Michelle; 12-oct.-2007 a las 23:55
    Si quieres ser feliz algún día, ama, perdona y olvida.
    Hoy te lo dice una amiga, mañana te lo dirá la vida...

  4. #34
    Fecha de Ingreso
    21-septiembre-2007
    Ubicación
    En la Ciudad de la Furia.
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    Predeterminado

    Cita Iniciado por Hiosiquæi Ver Mensaje
    El sonido intermitente lo fue despertando de a poco, y
    tardó unos segundos en ubicar de dónde provenía.
    Observó fijamente el techo. Sí, el ruido surgía de allá
    arriba. En principio, le pareció que sonaba a agua que
    corre en torrente. ¿Habrían salido sus vecinos dejando
    alguna llave abierta? Miró el reloj: las 4 de la mañana.
    En fin, aquél no era su problema. Volvió a hacerse
    un ovillo bajo las cobijas, apoyó la cabeza en la almoha-
    da y cerró los ojos.
    Veinte minutos después, de nuevo el mismo sonido,
    pero esta vez era intermitente. Apoyó los codos sobre el
    colchón, arqueando a medias la espalda y prestó aten-
    ción. En definitiva no podía tratarse de agua que corre.
    En medio de la oscuridad era difícil distinguir de
    qué se trataba. Encendió la lámpara nocturna y volvió la
    mirada hacia el techo. Silencio. Esperó. No se escucha-
    ba más que el ronroneo del refrigerador en la cocina.
    Apagó la luz y se recostó. El sueño no acudió, pero
    el sonido sí lo hizo.
    De plano se sentó en la cama y escuchó atentamen-
    te. Identificó el ruido como el de una docena de canicas
    que caen en cascada a un suelo de madera. Con una
    sonrisa entre triunfante y maliciosa, se levantó y fue
    corriendo a la cocina en busca de una escoba. Regresó a
    su cuarto, se trepó en la cama y golpeó el techo con el
    palo en varias ocasiones. El ruido cesó de inmediato.
    Lanzó una exclamación satisfecha. Aún se quedó unos
    segundos en espera de que las canicas reanudaran su
    brincar. Nada.
    Intrigado bajó de la cama, se acercó a la ventana y
    asomó la cabeza, tratando de ver hacia el departamen-
    to arriba de él. La luz estaba apagada y reinaba el silen-
    cio. Dejó la escoba en un rincón y salió hacia la cocina
    a servirse un vaso con agua. Apenas abrió la puerta del
    refrigerador, las canicas rodaron y rodaron en un viaje
    interminable. Azotó la puerta y alzó la cabeza. ¿Cómo
    podían girar durante tanto tiempo? Los departamentos
    tenían un pasillo de apenas 6 metros de largo.
    Se lanzó a la recámara, tomó el palo de la escoba y
    golpeó el techo mientras vociferaba: “¡Silencio, chama-
    cos del infierno! ¡Dejen dormir, carajo!” Pero el correr de
    las diminutas bolas de vidrio continuó sin interrupción.
    Arrojó la escoba y se dirigió como rayo hacia la puerta
    del departamento, salió al corredor y subió en zancadas
    las escaleras hasta el piso arriba del suyo. Cuando iba a
    moler a golpes la puerta del departamento de donde
    salía el ruido, vio atónito el letrero: “SE VENDE. INFOR-
    MES EN PORTERÍA”. Golpeó de todos modos. La puerta
    cedió y se abrió lentamente. Incrédulo metió la cabeza
    primero y luego el resto del cuerpo. Ahí adentro no
    había ni gente ni muebles, ni mucho menos canicas
    vagando en el suelo. Recorrió todo el lugar mien-
    tras abría y cerraba puertas. No encontró nada.

    Se dio la vuelta para volver a su departamento con
    una sensación de escalofríos que le bajaban desde el
    cerebro. De repente, a sus espaldas dio inicio un leve
    murmullo, primero fue una voz, luego otra, después
    varias que susurraban palabras incomprensibles. Eran
    voces de niños pequeños que se comunicaban en secre-
    to. Al escucharlas, un hilo de sudor helado se le
    desprendió de la frente. El volumen de los susurros
    infantiles fue subiendo de tono y a éste se unieron risas
    contenidas. Entonces, las canicas cayeron otra vez y
    rodaron por el suelo. Él cerró los ojos, intentando con-
    vencerse que se trataba de una pesadilla, que en cual-
    quier momento despertaría en medio de su cama y bajo
    la seguridad de sus cobijas.
    Pero cuando las diminutas esferas chocaron contra
    sus pies descalzos, descubrió que la consistencia de
    éstas no era vidriosa, sino más bien blanda. Y eran
    muchas, demasiadas, quizás. Temeroso abrió los ojos y
    bajó la mirada hacia sus pies. Rodaban y giraban por el
    suelo cientos, miles de ojos que sonaban al chocar entre
    ellos mientras corrían sobre el parquet. Despacio giró
    sobre sus talones para descubrir a un grupo de espectros
    nfantiles que lo observaban desde la profundidad de sus
    cuencas oculares vacías, con los brazos extendidos hacia
    él y las bocas abiertas en una carcajada silente.
    El alarido que se escapó de su garganta no le alcan-
    zó para eliminar de su mente el terror que en ella se acu-
    muló en segundos. Los diminutos fantasmas se cerraron
    en torno de él y un sinnúmero de manos se estira-
    ron hasta apoderarse de su cara. Sus ojos blancos,
    redondos, asustados, cayeron al suelo hasta unirse
    al resto en su loca carrera.
    Antes de dejar de respirar, su último pensamiento se
    remontó a aquella primera vez que el ruido le despertó...
    Imaginó a otros muchos que, como él, escuchaban el
    correr de canicas en el techo en medio de la noche, sin
    atreverse a buscar su procedencia. Deseó haber perma-
    necido bajo las sábanas... ahora era muy tarde. Los
    niños se sentaron en el suelo y continuaron, sin prestar
    atención al cuerpo inerte, su eterno torneo de canicas...
    ¡Doble Santo Cielo!

    Ay, no, no son ojos, ¿verdad?

    Ay, es un cuento de miedo, ¿verdad?

    Jejejejejejejeje.

    Mmmmmmh



  5. #35
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    21-septiembre-2007
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    En la Ciudad de la Furia.
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    Cita Iniciado por Michelle Ver Mensaje

    Ay santo cielo...!

    No la atormenten más,bendito.La pobre debe tener unas ojeras increíbles(Se pone un palillo en cada ojo pa' mantenerse ''despierta'').Total,yo le voy a que la Lobita vencerá su miedo...Jum!
    Sí, estoy trabajando en ello u.u Ahorita estoy con mis audífonos escuchando a XOTOX a todo volúmen y dejando de escuchar esas malditas canicas u.u
    ¡Gracias, amiga, por creer en mí!, tú sí que eres chida, seeeeeee, aunque, mmmmmhhhh, también contribuíste con que me diera más miedo, auch :$

  6. #36
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    28-mayo-2007
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    319

    Predeterminado

    Considera que los materiales del techo de tu casa se dilatan y contraen por los cambios de temperatura, ocasionando el dichoso ruido de algo que rebota y rueda. Así mismo, ten en cuenta que esos sonidos son más perceptibles a esas horas por el silencio nocturno.
    Tranquila, de verdad, debe tener su explicación lógica, como dijeron y no creo que sean ojos ni niños jugando con ellos arriba de tu casa.
    «Los Ojos de la Verdad están siempre observándonos».

  7. #37
    Fecha de Ingreso
    21-septiembre-2007
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    En la Ciudad de la Furia.
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    Predeterminado

    Cita Iniciado por Hiosiquæi Ver Mensaje
    Considera que los materiales del techo de tu casa se dilatan y contraen por los cambios de temperatura, ocasionando el dichoso ruido de algo que rebota y rueda. Así mismo, ten en cuenta que esos sonidos son más perceptibles a esas horas por el silencio nocturno.
    Tranquila, de verdad, debe tener su explicación lógica, como dijeron y no creo que sean ojos ni niños jugando con ellos arriba de tu casa.
    Eso imaginé

  8. #38
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    01-abril-2007
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    Unhappy

    Cita Iniciado por Lobotronic Ver Mensaje
    Sí, estoy trabajando en ello u.u Ahorita estoy con mis audífonos escuchando a XOTOX a todo volúmen y dejando de escuchar esas malditas canicas u.u
    ¡Gracias, amiga, por creer en mí!, tú sí que eres chida, seeeeeee, aunque, mmmmmhhhh, también contribuíste con que me diera más miedo, auch :$

    Snif,snif,snif,snif...Si yo sólo quería asustarte tantito,no más
    Desde hoy,yo,Michelle...prometo no volver a asustar a mi amiga,Lobita.
    Si quieres ser feliz algún día, ama, perdona y olvida.
    Hoy te lo dice una amiga, mañana te lo dirá la vida...

  9. #39
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    21-septiembre-2007
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    Cita Iniciado por Michelle Ver Mensaje

    Snif,snif,snif,snif...Si yo sólo quería asustarte tantito,no más
    Desde hoy,yo,Michelle...prometo no volver a asustar a mi amiga,Lobita.
    ¡Ay, amiwaaaaaaaaaa!, ok, trato hecho ¿Puedo vengarme de ti? XD











    Ay, no es cherto, eh

  10. #40
    Fecha de Ingreso
    01-abril-2007
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    184

    Post

    Jajajaja,tan ''sweet'',ella .Sé que no eres capaz de vengarte de ésta inocente chica ¿O sí...?

    Cuídate mucho,amiga;que pases una linda noche (Buuuuuu!!) ...beshitos
    Si quieres ser feliz algún día, ama, perdona y olvida.
    Hoy te lo dice una amiga, mañana te lo dirá la vida...

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