Con la sombras llega el silencio, aunque el cansancio
casi vence el cuerpo la mente sigue jugando,
la ruleta ha caído en negro otra vez, los segundos
se escurren como agua entre los dedos,
la luna celosa protege sus estrellas,
cada noche y a la hora parecen juntarse todos
a pedir cuentas, se forman con sus papeles en la mano,
siempre les doy largas, hasta que la situación revienta
en plena cara, entonces ellos toman el control,
tratando de conmigo acabar.

Aun no se han dado cuenta que soy precisamente
yo quien les da vida.

Me aplico haciendo inventarios, empiezo por la razón,
luego siguen los recuerdos, las primaveras que no tocan
a mi puerta, registro meticulosamente todo lo citado,
luego peleo un poco con la conciencia,
devolviendo poco a poco todo a su lugar.