Un par de versos míos.

[Lucian]

Estelar.

Todavía me parece estar viendo
a la hora en que la tarde se desmaya,
entre tu cabello que hacía de pantalla
a tus labios al lucero reluciendo,

tus ojos que se iban deshaciendo
en esa confesión que aún me raya
la alegría y provoca que ansioso vaya
a tu encuentro aún sabiendo,

que en ti quedé hecho solamente
retazos de dichas pasajeras
y bajo el amanecer ardiente

del alma de aquél al que esperas,
¡me harás de tu olvido penitente
por haber intentado que me quieras!



Fugaz.

Te esperan grandes multitudes
con hambre de tus palabras.
Amores de todas las latitudes
con salmos y bebidas macabras.

Cada noche un cuarto distinto
inundado dulcemente con sahumerios
donde, al suspiro del amanecer extinto
desnudarás verdades, misterios.

Tuya es ya domada la poesía
¡Toma del mundo lo que te parezca!
Y en su mal el poeta respondía:
Quiero, antes que esto crezca,

irme siendo aún fruto verde,
caer de un árbol que no me llore.
No tener ya nada que me recuerde,
hacer que el olvido mi fin decore.


Iluminados.

Era tu piel el río
y mi boca un barco.
Navegaba mi navío
por tu espalda en arco.

La luna sonrojada
se ocultó tras un sauce
y la vela enamorada
se perdía en tu cauce.


Ana.

Recuerdo la tarde en el puente
entre aromas y brisas estivales.
El río cantaba en su torrente
la canción de los amores triunfales.

Mi alma colmada de tu gracia
voló de mi ser como gilguero.
Llevó mis palabras en su acrobacia.
Fue cuando te dije que te quiero.

Se hicieron azúcar tus ojos
y llegando el instante tan ansiado,
nuestros brazos fueron cerrojos
que encerraron al beso enamorado.

Ana II.

Me he convertido en una garita
donde la soledad aguarda
que mi última estrofa marchita
suelte tu mano húmeda y tarda.

Lo que queda de mí, del hombre
en el que una vez me transformaste,
agoniza en el sonido de tu nombre ,
llora por no amarte como me amaste.

Cuando el recuerdo me conduce
hacia un tiempo pleno de paz,
encuentro al silencio que reluce
en lágrimas preguntando dónde estás

[Dina_nina]

Vaya que profundo....aplausos aplausos. Me gusto. es usted un buen poeta.

[Lórien]

Lo que queda de mí, del hombre
en el que una vez me transformaste,
agoniza en el sonido de tu nombre ,
llora por no amarte como me amaste


Me quedo con estas sentidas palabras de todo lo que expones.

Esta tarde fué extraña;no poder estar con quien quiero y luego escuchar y no poder comprender por qué si uno tiene lo que más ama en la vida lo deja ir sin luchar ....

A menudo encuentro en tus posteos mucho de lo que nos rodea y creo que este es uno de los que más acertado está con la realidad que vé quien te escribe en este post.

Gracias por compartir esos versos tuyos.

[Lucian]

Puedo responder con algunos más solamente.

La envidia de la vida.

Acentábase la noche en la peña
y desde su altura yo observaba
la caída hacia el río que me llamaba
haciendo con su cauce una seña.

La oscuridad haciendose dueña
del último fulgor que me alumbraba,
al verme al borde y que dudaba
hizo de mi nostalgia la leña

para atizar mi deseo de estar muerto
y escuchando tu voz que me nombraba
te abracé asustado, por fin despierto.

El cantante.

Lo peor del amor no es cuando pasa,
no es recordarlo en la tristeza del final.
Lo peor del amor está en su auge.
Si me preguntan a mí, lo peor del amor
es cuando pasamos por encima de quienes
creían tener alguna prioridad con nosotros.
Es cuando dejamos en el olvido a quienes
nos recuerdan siempre. Usamos sus
corazones como salivaderas mientras
nos procuramos esa felicidad que nunca
se alcanza. Esa que vemos cada vez más
cerca pero que jamás tocamos completamente.
Es asesinar la fe de quienes estaban a
nuestro lado.
Eso es lo peor del amor. El resto
es simplemente el pago de la deuda, que
por cierto, es un precio más que justo.

Princesa.

Me preguntaste en que pienso,
arrullandome entre tus piernas
y en el cuarto bañado en incienso,
a la luz de tus pupilas tiernas

Brotó en el silencio la respuesta
con tallos de nostalgia sonriente
y respirando los pétalos de esta
fue que te dije lo siguiente;

Mientras se acostaba el celaje
entre ramas brisa y aromas,
la tardanza que vestía mi viaje
quería ser vuelo de palomas.

Sintiendo rozar el balcón de la luna
por donde dejas ir la mirada,
esperando siempre que se una
a la mía al momento de mi llegada,

vi al universo moverse presuroso
ofreciendo su gama de canales
por donde con paso suave, sigiloso
atravesamos los países astrales.

Las agujas.

Mi soledad y mis inviernos; jaulas abiertas
que envían pesadillas que creía muertas
a irrumpir en el templo de mis deseos.
Oigo sus gemidos, sus rasguños y cabeceos
mientras la tierra hambrienta de mis huesos
se abre en una fosa donde me empujan muros gruesos
que se van cerrando a mi alrededor.
Huir hacia el sol no calma, solo incrementa el hedor
de mi herida donde corre sangre ahogada en pus.
A Dios he llamado muchas veces como su hijo en la cruz
pero no sufrí tanto como para alcanzar las gracias divinas.
No son suficientes los latigazos ni las coronas de espinas.

Llevame.

Quietud virgen de este anochecer
donde un suspiro cae rendido.
En tus manos va buscando fenecer
el insomnio que traigo encendido.

A orillas del abandono esperé sentado
siempre al acecho de este instante
donde tu beso deje por fin sellado
el hueco que lleva mi alma sangrante.

Los faros que con susurros me propicias
destierran a las sombras de mis sienes,
me dejas indefenso ante tus caricias
y sabes que lo que quieras de mi, lo tienes.

Paralelo.

Tengo que coserle la boca
a mi alma y acusarla de loca
delante del mundo mientras siento
ganas de correr a ti, entonces miento
y debo ser todo eso que me ahoga
soportando a mi corazón que aboga
por no dejar esto en el olvido
y vivirte, vivirte como nadie te ha vivido.
Entonces pienso en quienes están en el medio
pero es más fuerte esta sensación de tedio
y sé que solo a tu lado se desvanece.
Con cada intento de lucha esto crece.
En el fondo decidí seguir tus pasos,
no quiero más ataduras que las de tus lazos.
Te sigo al tiempo que te espero en la llegada,
cuando nos encontremos, te besaré sin decir nada
ya que leo lo que dicen tus pupilas.
Por fin estarán como antes, tranquilas,
porque me sabrás de una vez contigo
y yo finalmente también te sabré conmigo.

[Lucian]

Tengo demasiados, pero no quiero mostrarlos aún, no en tanto no esté seguro de que quedarán acá y no andarán rondando de página en página. Solo los paso en charlas de confianza con mis contactos. Para cerrar este post, les dejo una frase del faro que me guía en las letras.

Espantoso juego del amor, en el cual es preciso que uno de ambos jugadores pierda el gobierno de sí mismo.

Charles Baudelaire

París - 1821 - 1867

[parzival]

Siempre me ha gustado tu poesía Lucian. Es un placer para mí leerte.

[Lucian]

Es mutuo. Extrañaba la sección esta, es decir, aportar en ella. No sé por qué no venía haciendolo. Gracias por el tiempo para leerme.

[Alena]

Lucian es un gusto pasearme por tus líneas, como bien dije antes en otro comentario, me gusta tu estilo.

[Lucian]

Espero leerte más seguido a vos por acá por esta zona.

[Am@nda]

Ya dije y sostengo que tu poesia es para dosificarse no para exhibirse en tremendos bloques.