Hace mucho que hay una divergencia entre el pensmiento y la realidad, la metafisica y el materialismo; los que reviven esta conciencia ancestral intentan propagarla aseverando que el pensamiento es creativo; puede matar o sanar. Para todos los que estudian magia, conjuros y hechizos y también para aquellos que pretenden sanar a los demás con ayuda de las oraciones y plegarias es un hecho que la fuente de la oración son los pensamientos francos y positivos.
Si nos atrae el contenido de nuestra mente nos damos cuenta de que todo lo que se halla en su interior no son más que nuestros puntos de vista, opiniones, prejuicios, en resumen, todo lo que expresamos.
El pensamiento es el alimento de la mente. Haciendo una analogía llegaríamos a la conclusión de que nuestra manera de alimentarnos depende del contenido y la calidad de nuestro pensamiento.
La alimentación del cuerpo físico y psíquico mediante el pensar cotidiano conlleva la responsabilidad por la salud y la felicidad, por nuestra enfermedad y sufrimiento. Eso es la realimentación; el alimento influye en los pensamientos y los pensamientos en la alimentación.