Todo es propicio para vender tiempo aire, publicidad, y seguir hilvanando esta novela de la vida real. Los actores son los mimos que en las telenovelas de televisa y T.V. azteca, es decir burguesillos con problemas de "humanos normales".
La sala de la casa, del departamento, su recámara; iguales a las escenografías que se montan para cada T.V. novela. Los protagonistas igual "güeritos", letrados, sapientes de sus derechos. Si, una perfecta novela de la vida real y con su público predispuesto al consumo.
Así como en su momento Jack el destripador vendió tiradas completas de diarios; el caso Paulete está vendiendo noticias en todos los medios, sobre todo T.V. y periódicos. A la gente no le interesa la evidente ineptitud de la policía local, peritajes a destiempo y sin recursos técnicos, sistemáticos; sin equipo adecuado y mucho menos preparación técnica en los peritos. Acordonamientos muchos días después del posible homicidio. Deducciones estúpidas de los que supuestamente deben ser los mas sagaces y expertos, es decir los jefes policiacos y periciales.
Ah, pero como el asunto ya es del dominio de los medios de comunicación masiva, los jefes (políticos y "judiciales") ya hicieron traer a expertos del F.B.I. Todos estarán satisfechos; los mercantilistas contentos de que su novela aún tenga muchos capítulos por delante. Los políticos libres de toda culpa, pues si fracasa la investigación se lavarán las manos diciendo "¿que quieren que hagamos, si ni el F.B.I. logró desentrañar el misterio?".
Incluso la famila, respirará aliviada de haber salido bien librada de sospechas, intrigas, infidelidades, desatención a sus obligaciones, etc.
Que pena que la vida de esta niña haya sido vana, útil solo para esta farsa aberrante. Que pena por esta sociedad sin no hace que esa pequeña vida no se pierda; que no logre sacar justicia, aprendizaje y verdad de ese sacrificio.
¿Qué le dicta a cada cual su conciencia?. ¿Quién es capáz de hablar con verdad y justicia?. ¿Quién hará que esta vida infantil sea una gran lección para esta Nación acostumbrada a siempre ver pasar la justicia, sin atreverse a llamarla por su nombre?.