“EL MUCHACHO LLAMÓ AL LOBO. EL LOBO NO VINO. EL LOBO ESTABA DENTRO…”

Patti Smith, poeta, cantante. Autora de los libros “Seventh heaven”, “Witt”, “Kodak” y “Babel”.
Como a Leonard Cohen, un día se le ocurrió ponerle música a sus poemas. Al principio, sólo los leía y las lecturas eran en el legendario CBGB’s de Nueva York, a donde “no iba nadie”.
Así entró de lleno al mundo del Rock.
Después se caracterizó por la eficacia de sus letras, aparentemente llanas y directas; y por su música, siempre rica en atmósferas aunque ejecutada con pocos elementos. También le gustaba rendir homenaje al viejo rock, haciendo covers de rolas como “So, you want to be a rock and roll Star”, de The Byrds, “Gloria” de Van Morrison & Them, o la genial versión de “Land of 1,000 dances”.
Su música ha tenido dos etapas (ambas bastante efectivas). La inicial contiene sus primeros cuatro discos: “Horses” (1975), “Radio Ethiopia” (1976), “Easter” (1978) y “Wave” (1979).
“Horses” se convierte en un álbum seminal dentro de la historia del Rock, pues muestra a una Patti Smith que es capaz de reflejar la fuerza de sus presentaciones en un álbum de estudio. Le es fiel a sus influencias (los poetas franceses Rimbaud, Baudelaire; lo mismo que el poeta gringo Dylan Thomas, entre otros), recreando un ambiente post-beatnik. Smith no pretende ser una gran voz. No lo necesita. Con sus letras es más que suficiente.
Su naturaleza, rebelde y desafiante, sin dejar e ser poética, la convirtió en un antecedente decisivo de los punks con su rola “Piss Factory”.
Ganándose el sobrenombre de “La dama blanca”.
“Radio Ethiopia”, tiene la misma fuerza que el disco anterior. Lo que le valió que su tercer álbum “Easter” (el considerado más comercial) fuera producido por Bruce Springsteen, a quien le hizo el cover de su rola “Beacuse the night”. En el cuarto álbum, “Wave”, ya está más floja, no es un mal disco, pero ha perdido la fuerza inicial.
Patti lo supo y por eso se retiró de los escenarios y de los estudios. Se dedicó a hacer lo mejor que sabía: escribir.
Por esa época, también se casó con el guitarrista del grupo MC5, Fred “Sonic” Smith. Para 1988, Fred la convence de regresar, pues hay nuevas cosas qué decir. Así, graba “Dream of life”, un acetato que marca su segunda etapa, una más suave, pero igual de rebelde. Sin embargo, la Smith se retira nuevamente.
A principios de 1995, Fred muere y a finales del mismo publica “Gone again”, título por demás significativo, con rolas bastante buenas. Además, también inicia una serie de presentaciones en vivo. En el ’96 graba Peace and noise”.
Al final del siglo XX nos presenta “Gung Ho”, una obra introspectiva que continúa con la alta calidad de sus letras.


Pienso, luego insisto.