Hoy en la mañana salì muy temprano a caminar con una chica norteña que està aquì de paso para Belice, ìbamos paseando por el centro de la ciudad, comprando chàcharas, probando èsto y aquello, y jugando como chiquillos traviesos, ( me dio un poco de vergüenza porque ya estoy viejo para esos menesteres ) y la chica se atreviò a robar una pitahaya, ( que luego yo regresè a pagar ).
Bien el punto es el siguiente.
Cuando fuimos al mercado a comer unos tacos al pastor ( uta, lo que hace una vieja para descontrolar a un macho ), ¡¡ yo comiendo en la mesa de un mercado unos tacos frente a curiosos que se cruzan las miradas y vièndote toda la plebe !!
Bah, ¿ que se puede esperar de una chica de 17 años ? Solo locuras.
En eso se nos acercò un paisa con aspecto de alcohòlico que se veìa a leguas que andaba sufriendo una cruda de aquellas, se dirigiò a mi, y me pidiò una moneda.
Viendo su aspecto y su desesperaciòn, le di un billete, me agradeciò y se fue, incrèdulo de lo que le habìa dado, o tal vez diciendose a si mismo que me habìa chingado, ¡ que se yo !
La chica se me quedò viendo y me recriminò que le habìa yo dado dinero para mantener su vicio.
Yo le dije que habìa hecho lo correcto puesto que ese sujeto era un enfermo de alcoholismo y por lo tanto la medicina que le iba a quitar ese gran malestar que estaba sintiendo, era unos tragos de licor.
¿ Cuantas veces hemos juzgado equivocadamente a una persona solo por las apariencias sin conocer sus necesidades ?
El individuo necesitaba urgentemente unos tragos para mitigar su sufrimiento, ya luego seguirà su vida de borracho hasta que alguien lo oriente y lo guìe hacia una terapia, o se muera.
Pero eso ya no està en mis manos.
Asì como èl, se encuentran en la misma situaciòn los drogadictos, los chicos de la calle, ( he visto a personas tratar agresivamente a jòvenes que no tuvieron la fortuna de contar con una familia, pensando que son unos delincuentes ).
Las prostitutas, mal vistas por la sociedad, son parte de este complejo social tan distorcionado porque su oficio lo ejercen por necesidad, no creo que por gusto se acuesten con hombres que ni sus esposas quieren compartir su cama.
Mi conciencia està tranquila.
Lo hago cuando la ocasiòn lo amerita y lo seguirè haciendo hasta el final de mis dìas.
Pienso que no lo hice con el dolo de mantener su vicio, sino con el paliativo de mitigar su necesidad.
Si tù hubieses tenido ese encuentro y considerando las posibilidades ¿ que hubieses hecho ?
¿ Eres de los que juzgan a los demàs sin considerar la mala fortuna de no haber tenido de lo que tu gozas desde que naciste ?
Por favor, expone tu comentario al respecto.