En 1994 en la TV local, los domingos pasaban un programa de concursos un poco inusual basado en el tradicional y famoso juego de la oca. Era producido por un canal de España y conducido por un chavo llamado Emilio Aragon.
Lo llamativo del asunto, eran las pruebas peligrosas en las cuales eran sometidos los concursantes. Desde quebrar huevos podridos hasta hacer malabares en considerables alturas.
Fue un largo programa que duro no sé cuánto tiempo pero despues volvieron hacer una nueva producción, con nuevo personal pero ya no se sentía el mismo atractivo como cuando lo conducía Emilio Aragon y compañia [a saber qué fin habrá tenido éste chavo].