La primera persecución conocida contra los cristianos, fuera de las realizadas por judíos, fue la del Emperador Nerón en Roma. Corría el año 64 EC, y aún no estaba claro para los gentiles que cristiano y judío era algo diferente.
Sobre esas persecuciones tenemos algunas referencias fuera del Evangelio.
Cita:
Tácito escribió en el año 116 ó 117:
Ergo abolendo rumori Nero subdidit reos et quaesitissimis poenis adfecit, quos per flagitia invisos vulgus Chrestianos appellabat. Auctor nominis eius Christus Tibero imperitante per procuratorem Pontium Pilatum supplicio adfectus erat; repressaque in praesens exitiabilis superstitio rursum erumpebat, non modo per Iudaeam, oríginem eius mali, sed per urbem etiam, quo cuncta mundique atrocia aut pudenda confluunt celebranturque.
Por lo tanto, aboliendo los rumores, Nerón subyugó a los reos y los sometió a penas e investigaciones; por sus ofensas, el pueblo, que los odiaba, los llamaba “cristianos”, nombre que toman de un tal Cristo, que en época de Tiberio fue ajusticiado por Poncio Pilato; reprimida por el momento, la fatal superstición irrumpió de nuevo, no sólo en Judea, de donde proviene el mal, sino también en la metrópoli [Roma], donde todas las atrocidades y vergüenzas del mundo confluyen y se celebran.
Anales, 15:44:2-3
Cita:
Suetonio escribió sobre una expulsión de judíos de Roma en la época de Cláudio, anterior a Nerón, lo siguiente:
Iudaeos, impulsore Chresto, assidue tumultuantis Roma expulit.
A los judíos, instigados por Chrestus, los expulsó de Roma por sus continuas revueltas
Vit. Caes., Claud., 25.
Aunque no hay seguridad de que Crestus sea el Cristo, ya que ese era un nombre común, aparte de ser sinónimo de esclavo,,tonto, etc, pero no se descarta.
Mas tarde Suetonio describió la persecución de Nerón:
Cita:
Multa sub eo et animadversa severe, et coercita, nec minus instituta [...]
afflicti suppliciis Christiani, genus hominum superstitionis novae ac maleficae.
Bajo éste [su reinado] se reprimieron y castigaron muchos abusos, dictándose reglamentos muy severos [...]
Nerón infligió suplicios a los cristianos, un género de hombres de una superstición nueva y maligna.
De Vita Caesarum. Nero, XVI.2.
Los seguidores de Jesus el Galileo se habian expandido.