Según lo que dice la septuaginta, a Dios no le agrado los sacrificios de Caín, pero si se agrado en las ofrendas de Abel.
Entonces nuestros sacrificios tienen que agradarle a Dios
aunque no estamos bajo ley
le damos a Jehová lo mejor de nuestro tiempo
cuando predicamos
o damos estudios bíblicos
es un sacrificio a Jehová
Un sacrificio de LABIOS
CON MUCHO AMOR
EL AMOR SOPORTA TODAS LAS COSAS
Predicar el Evangelio no es un sacrificio, sino un acto de obediencia a lo que Jesucristo mandó, y que obedecemos por amor a Jesucristo y a su enseñanza del Evangelio, que es la enseñanza más misericordiosa y hermosa que ha conocido la humanidad para el bien de todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Dios quiere, y siempre quiso, misericordia, no sacrificios. Métete de esto bien en la cabeza.
Entonces, como dices tu Dios acepto ese sacrificio
y rechazo el otro. Caín y Abel.
El apóstol Pablo escribió a los cristianos de Roma:
“Presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios,
un servicio sagrado con su facultad de raciocinio” (Rom. 12:1).
Otro sacrificio que Jehová recibe con gusto tiene que ver con la facultad del habla.
Así es, las personas que aman a Dios siempre hablan bien de él, dentro y fuera de casa (léase Salmo 34:1-3).
Al leer los Salmos 148 a 150, observamos con cuánta frecuencia se nos invita a alabarlo.
No hay duda: “la alabanza [a Jehová] es propia”, siempre y cuando venga “de parte de los rectos” (Sal. 33:1).
Una excelente manera de glorificar a nuestro Padre celestial
es participando en la predicación de las buenas nuevas,
obra a la que concedió gran importancia Jesús, nuestro Modelo (Luc. 4:18, 43, 44).
Cita:
Entonces, como dices tu Dios acepto ese sacrificio
y rechazo el otro. Caín y Abel.
No has comprendido que Abel no ofreció sacrificio. Fue Caín el que ofreció sacrificio, por eso no agrado a Dios el sacrificio de Caín, pero si agradó a Dios la ofrenda de Abel:
Génesis 4 - Biblia Septuaginta al Español
https://www.bibliatodo.com/la-biblia/Version-septuaginta/genesis-4
1 Y Adán conoció a Eva su mujer, y concibió y parió a Caín. Y dijo: «Adquirí(a) hombre por Dios».2 Y volvió a parir, al hermano suyo: Abel. E hízose Abel pastor de ovejas; y Caín estaba trabajando la tierra.3 Y aconteció después de días, ofrecer Caín de los frutos de la tierra sacrificio al Señor;4 y Abel ofreció también él de los primogénitos de sus ovejas y de las grosuras de ellas; y miró Dios a Abel y sus dones;5 pero a Caín y a sus sacrificios no atendió. Y entristecióse Caín sobremanera, y decayó su rostro.