Jesucristo no es un Dios falso, pero a ti tú falsedad te supera. Jesucristo te dice: Yo Soy el Camino, y la Verdad y la Vida. Y los apóstoles y muchísimos discípulos dieron su vida recordando siempre los milagros que Jesucristo hizo, cuando estuvo con ellos antes de subir al cielo.