¿Sabían ustedes que los grupos de discípulos del Bautista, que lo siguieron venerando después de su muerte,
se negaron a hacerse cristianos y se convirtieron en un movimiento rival en los primeros tiempos del cristianismo?
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¿Sabían ustedes que los grupos de discípulos del Bautista, que lo siguieron venerando después de su muerte,
se negaron a hacerse cristianos y se convirtieron en un movimiento rival en los primeros tiempos del cristianismo?
Acaso no os habéis dado cuenta que los “poderes divinos” son los poderes que tengan en cada momento los representantes de turno de los “dioses”.
En tiempos pasados, yo habría sido quemado en una hoguera, por lo que escribo (por muchos menos motivos achicharraron a no pocas personas).
Ahora digo aquello que mi conciencia me dicta, y el Papa de turno tiene que callarse, preocupado por que la Historia no le juzgue a él por los atropellos cometidos por sus antecesores (unos juicios de Núremberg, que juzguen las atrocidades del pasado).
En la famosa historia de la caída de Adán y Eva, solamente la serpiente dijo la verdad. Todo lo que dijo a Eva resultó cierto. La misma Biblia lo dice.
El que mintió fue Dios, pues no murieron al comer la fruta prohibida.
Y Dios sabe perfectamente que no es eterno; su existencia depende de la existencia de la Humanidad.
En tanto la Humanidad exista, Él existirá, pues reside en la fe de los humanos.
Su destino está condicionado al destino del ser humano.
“Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”.
(Génesis 3:4-5 Reina-Valera 1960)
“Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”. (Génesis 3:7 Reina-Valera 1960)
“Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre”.
(Génesis 3:22 Reina-Valera 1960)
Supongamos que un día, en el mismo instante, se borrara del cerebro de todos los seres humanos la idea de Dios; de sus creencias religiosas.
¿El mundo (la sociedad) dejaría de funcionar? Pienso que no.
Supongamos que un día, en el mismo instante, a todos los camioneros se les ha olvidado conducir, y a todos los pilotos se les ha olvidado manejar un avión.
¿El mundo (la sociedad) dejaría de funcionar? Casi, casi.
De este supuesto ¿Se puede sacar alguna enseñanza?
La religiosidad es un estilo de vida, y como todo en la vida, los extremos no hacen balance.
LA FACTURA DE JEHOVA
No resultó gratis a los israelitas que Jehová les sacara de Egipto.
Pronto les pasó factura:
-Solamente le adorarían a Él.
-Todo primogénito varón, le pertenecía.
-Todo primer nacido de los animales: los machos le pertenecían. Mas todo primogénito de asno será redimido con un cordero; y si no lo redimieres, quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos.
LIQUIDACIÓN FACTURA
En el momento que se hizo el rescate de los primogénitos, había 22.273 primogénitos. Un levita sería el precio de un primogénito. Como en aquel momento había 22.000 levitas, éstos pasaron a ser propiedad de Jehová, junto con sus animales, en lugar de los primogénitos de los israelitas y de los animales.
Y para el rescate de los doscientos setenta y tres de los primogénitos de los hijos de Israel, que excedían a los levitas, tuvieron que pagar a Aaron 1.365 siclos, a razón de cinco siclos por cabeza.
Curioso ¿No?
Al pertenecerle el primogénito, podía pedir su sacrificio.
Hizo la prueba con Abrahán, y no le salió bien.
Dios mandó sacrificar a Isaac, pero en el último instante, Abraham oyó el susurro del viento y creyó que un ángel anulaba la orden de Jehová (no era la voz original que oyó).
Jehová lo dio por bueno. Había pedido demasiado.