Mi amigo tenía razón, los reyes magos no existen.
No podría precisar mi primer día de felicidad. Pero sí se que se repitió varios años.
Los reyes magos eran impresionantes. Fueron a ver al niño Jesús. Los respetaba muchísimo. Cada año venían desde hace 2000 años. Por eso imaginaba que los llamaban reyes "magos".
No solo vinieron a verlo a él. ¡ También a mi !
¿te lo puedes creer? Jo! qué importante era!
Además eran tan mágicos que cada año me traían un regalo. Qué pasada!
Eran mis héroes, y les tenía el máximo respeto.
Mis padres, los amigos de mis padres, la familia, todos me confirmaban lo que ya sabía: ¡No hay nada más mágico e increíble que los Reyes Magos!
Absurdamente con ya cierta edad, un compañero me susurra:
¡ los reyes magos no existen !
mi respuesta inmediata: ¡anda ya! ¡qué tontería!
que sí me repite él, que no existen, que son los padres.
De golpe me sobrevino una duda, y ya no fuí tan tajante con mi respuesta.
Me dejó pensativo. Ya no recuerdo si se lo pregunté a mis padres o lo contrasté con otros amigos, pero caí en la realidad.
Los Reyes magos no existen!
Vaya caída del árbol que sufrí....
No se si fue el principio de mi fe. Pero lo cierto es que empecé a reflexionar mucho.
Me hice un planteamiento sincero. Desde que soy consciente creía en muchas ideas (religiosas) e incluso tenía pruebas de ello (los Reyes Magos que venían a visitarme cada año) que los veía, incluso me sentaba en su regazo para entregar a algunos de ellos o a algún paje mi ilusionada carta.
Con mi inocencia, mi ingenuidad y con todos los adultos y pruebas podía estar seguro de mis creencias.
Resulta que todo era un montaje para hacerme feliz como a muchos otros niños para mantener una ilusión que disfruté mientras pude. Al igual que yo he hecho con mis hijos y haré con mis nietos cuando toque.
Ya no soy tan inocente, ni ingenuo y soy mucho más cauto con las evidencias.
Mi fe en parte se truncó a partir de ese día y te das cuenta de lo fácil que es que te vistan una verdad y sólo depende de uno darle validez o no.
En parte creo que no creo y no creo que pueda volver a creer (que bonito me ha quedado) porque me he vuelto totalmente incrédulo sino hay evidencia, y la evidencia ya para mi es lo evidente.
Por eso y repito, el mensaje es válido, pero lo evidente para mi lo reduce al mensaje, no puedo creer en más que el mensaje, porque lo siento ya escrito en mi corazón.
He compuesto este relato porque he estado intentando buscar cuándo fue mi ruptura y porqué. Ya digo que ese fue el principio, no fue determinante, pero empezó a abrir la puerta, y empezó ese camino hacia una ideología que fui dando forma y en la que todo tenía que empezar a pasar por un filtro antes de añadirla en mis pilares de mi personalidad e ideología.
