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Durante las sesiones de la 66ª en las Naciones Unidas acontecieron cosas importantes. El gran destaque fue sin duda la reivindicación de los Palestinos de ser aceptados como miembros de la ONU.
Es casi imposible –el casi es para ser optimista- que el pedido sea aprobado, pero ese discurso que será histórico de Mahmoud Abbas, deja a Estados Unidos y a Israel en una situación delicada.
Hasta que punto eso ayudará a que se llegue a una solución al conflicto entre Judíos y Palestinos nadie lo sabe, pero algunas cosas con seguridad van a cambiar.
Hay otros aspectos con relación a esta reunión que aunque no hayan sido el destaque, tiene muchísima importancia. Por ejemplo, la posición Latinoamericana con respecto al problema de Palestina. Llama la atención el discurso de dos mujeres: el de la Presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner y el de mi Presidenta Dilma Rousseff. Fueron discursos que demuestran una armonía frente a un tema internacional delicado.
Hubo un manifiesto conjunto entre los países árabes y los Latinoamericanos de apoyo a la reivindicación de los Palestinos. Todos los gobiernos sudamericanos firmaron el documento con una sola excepción: Colombia. Los colombianos defienden la posición de los E.U.
Si hablamos de Latinoamérica, hubieron dos países que tampoco firmaron: México y Guatemala se recusaron a que Palestina sea reconocida como país miembro de la ONU.
Es lógico que a cualquier país le asiste el derecho a votar de acuerdo a la voluntad de su gobierno. Pero lo que llama la atención es lo siguiente: esos cuatro países Colombia, Argentina, México y Brasil) son las 4 mayores economías de América Latina. Brasil y Argentina (primera y tercera posición) adoptaron una posición contraria a la de Washington. México y Colombia (segunda y cuarta posición) siguieron a Estados Unidos e Israel y negaron su apoyo a los palestinos.
Tanto México como Colombia, tienen sus economías extremamente amarradas a los E.U. y no es la primera vez (ni será la última) que adoptan medidas contrarias a toda América Latina.
Lo importante para nosotros es que tenemos un discurso común, y no solo ante este puntual de Palestina. Estamos ganando la independencia financiera, y ya no tenemos que vender nuestro voto ni nuestra soberanía a los rubios del norte, a cambio de vaya usted a saber que promesas.
Una América Latina integrada caminando lado a lado, será sin duda más fuerte a la hora de defender intereses que son de todos nosotros.
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