El sabio rey Salomón elevó esta súplica a Jehová:
Dígnate oír tú mismo desde los cielos,
el lugar establecido de tu morada (1 Reyes 8:30, 39).
Así pues, la Biblia indica que Jehová Dios tiene una morada.
Salomón la llamó “los cielos”. ¿Qué quiere decir esto?
La Biblia nos proporciona una rápida y fascinante descripción
de la morada de Jehová mediante una visión que recibió el apóstol Juan.
En ella, él vio una puerta abierta en los cielos
y oyó una voz que le dijo: “Sube acá” (Revelación [Apocalipsis] 4:1).
Acto seguido, el apóstol contempló una deslumbrante visión
del propio Jehová Dios. Esto fue lo que en parte vio:
“Un trono estaba en su posición en el cielo
Y el que está sentado es, en apariencia,
semejante a una piedra de jaspe y a una piedra preciosa de color rojo,
y alrededor del trono hay un arco iris
de apariencia semejante a una esmeralda.
Y del trono proceden relámpagos y voces y truenos.
Y delante del trono hay, como si fuera,
un mar vítreo semejante a cristal” (Revelación 4:2-6).
El hecho de que Jehová tenga una morada
indica que no está en todas partes a la vez.
Entonces, ¿cómo se mantiene al tanto de cuanto sucede? (2 Crónicas 6:39.)
Una manera es mediante su espíritu santo,
o fuerza activa. El salmista escribió:
“¿Adónde puedo irme de tu espíritu,
y adónde puedo huir de tu rostro?
Si ascendiera al cielo, allí estarías;
y si tendiera mi lecho en el Seol, ¡mira!, tú estarías allí” (Salmo 139:7-10).
Para comprender mejor hasta dónde llega el influjo del espíritu santo,
pensemos en el Sol. Aunque está situado en un lugar concreto,
distribuye energía a una vasta porción de la Tierra.
De manera similar, aunque Jehová Dios tiene una morada establecida,
puede hacer que su voluntad se realice en cualquier rincón del universo;
asimismo, utiliza su espíritu santo
para observar lo que está ocurriendo en cualquier parte y a cualquier hora.
Por eso, 2 Crónicas 16:9 dice:
“En cuanto a Jehová,
sus ojos están discurriendo por toda la tierra
para mostrar su fuerza a favor de aquellos
cuyo corazón es completo para con él”.