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PRIMER CONSEJO
No hacer regalos a los hijos mas que en sus santos, en sus cumpleaños y en Reyes (salvo en alguna ocasión especial, como el haber aprobado un curso muy difícil o como recompensa por alguna buena acción muy poco frecuente). En Nochebuena pueden recibir un aguinaldo consistente en un poco de dinero en metálico, pero no juguetes o regalos físicos, a pesar de que de esa forma pudieran jugar durante todas las vacaciones.
(La explicación de esta regla es que cuantas menos ocasiones haya en que reciban regalos, más novedosas serán aquellas en que los tienen.
Si contamos el "santo", el cumpleaños, "triunfos" escolares y deportivos, "buenas acciones" seran mas de diez regalos al año, uno por mes. Ademas cuando sales con tus hijos siempre piden de todo, si los llevas a paseo siempre habra regalos. Es una intension mal enfocada.
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Cuando los juguetes se hacen esperar aumentan su valor en un mil por uno, mientras que si se convierten en un placer frecuente pierden bastante de su potencial encanto.
Asi es torturalos, todo el año niegales cualquier cosa, para fin de año van a pensar que eres un culero.
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No te preocupes si al entregar los regalos en Reyes, tus hijos no juegan con ellos durante las vacaciones previas, porque serán vacaciones llenas de ilusión, y te garantizo que cuando los reciban no van a dejar de jugar muchísimo con ellos y les vas a endulzar la vuelta al colegio, porque sabrán que al volver a casa tendrán sus juguetes recién estrenados).
Para un niño capaz de "creer" en los reyes magos y SANTACLOS el promedio de duracion del gusto de un juguete no rebasa los tres dias.
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SEGUNDO CONSEJO: En santos y cumpleaños regala un solo juguete, nunca un número mayor de ellos.
Este es el mismo que el primer consejo. ¿Sera como con los dios mandamientos que repiten la mitad para tener un numero cerrado?
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TERCER CONSEJO: Que escriban la carta a los Reyes en el mes de Diciembre, pero habiendo animado al niño a que a partir de mediados de Noviembre vaya observando los anuncios de juguetes de la televisión, para ir tomando nota de lo que le gusta; también es bueno llevarles en Noviembre a visitar unos grandes almacenes de juguetes con la misma intención.
Nada como alentar el consumismo. Y la ilusiones despropocionadas. Seguro los niños haran un sesudo analisis financiero de sus padres para ajustarse a su presupuesto.
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No aprovechar la entrega de regalos para incluir ropa o artículos que necesite el niño, pero que no le hagan ilusión.
Este SI es un buen sonsejo.
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CUARTO CONSEJO: Guardar hábilmente el secreto de los Reyes Magos, cuidando especialmente de que los niños no te vean acercarte a ninguna recepción a pagar (son muy inteligentes y lo pillan todo).
Si dejalos que crean cualquier clase de tonteria a cualquier cosa. Los niños no son tontos, pero si ignorantes. Ysi fueran inteligentes comprenderian de inmediato el fondo de sataclos y los reyes magos.
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Tomarte la molestia de ir a recoger los regalos cuando los niños no estén en casa aunque tengas que hacer dos viajes (por tanto no te los traigas en el maletero del coche junto con ellos) y guardarlos en un lugar donde estés seguro que no van a ser descubiertos o que no despierte sospechas si está cerrado
Debo aceptar que mi esposa y yo comprabamos con antelacion los regalos y los escondiamos, era parte del juego para nosotros.
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Si les tienes que decir que un juguete no se lo pueden traer los Reyes (por ser demasiado caro para ti) diles que has llamado por teléfono a los Reyes para consultarles y que te han respondido que no pueden traerlo, porque el que le correspondería a él han decidido por sorteo llevárselo a los niños pobres del Tercer Mundo para consolarles de todo los que sufren. También puedes contestar así para explicarles por qué sólo pueden pedir un número limitado de regalos.
Si, que se acostumbren a las explicaciones pendejas y a ser tratados como tontos. Que pidan lo que quieran, les compras lo que puedas o quieras, cuando pregunten que onda te encojes de hombros. En general los niños se conformaran, estaran bastantes contentos. SI notas una decepcion muy grande ofrecele consuelo pero no explicaciones mas estupidas aun.
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Si tus hijos preguntan que por qué un vecino tiene más juguetes que él, diles que no es porque haya sido más bueno, sino porque a algunos niños les tocan un poco más de juguetes por sorteo, y que a lo mejor algún día les toca a ellos, pero estos niños son pocos, lo que pasa es que da la casualidad de que le ha tocado a ese vecinito –y el premio que le ha tocado es recibir más regalos durante varios años-.
Si, tienes que justificarte, que cabron del vecino no sea mas que uno.
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Si te dice que un amiguito le ha dicho que los Reyes son los padres, dile que eso lo dicen los que les caen mal los Reyes porque una vez les trajeron carbón (salvo cuando el niño tenga una edad en que ya resulte grotesco mantener la creencia). Si te preguntan quién es Papa Noel o Santa Claus y que otros niños tienen regalos en Navidad y en Reyes, diles que en otros países, los Reyes reciben la ayuda de esos santos porque están muy ocupados con tanto juguete a repartir, y que los niños que reciben dos veces juguetes hacen enfadar a los Reyes, y lo mismo no les traen nada después. Si te preguntan cómo pueden los Reyes repartir en una noche regalos a todos los niños del mundo, puedes responderle que porque además de reyes, son magos.
Exactamente, como los propagandistas nazis bien decian: miente, miente, miente.
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Puede que no sea recomendable vestirte de Rey o encargar a nadie para que se vista de Rey Mago o paje, porque la gracia es precisamente no ver nada, que todo ocurra cuando están durmiendo y encontrarse con la sorpresa al levantarse.
Por supuesto, no vayan a empezar a analizar las evidencias y despues sean incapaces de creer en espiritus y aparecidos.
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Puedes advertir a los niños que no se levanten hasta que el reloj de sus habitaciones dé la hora lógica de levantarse, aunque estén despiertos, bajo pena de quedarse sin regalos tal y como te han advertido Sus Majestades.
Que aprendan a obedecer a los espiritus magicos.
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(Algún año concreto puedes preparar el siguiente detalle: comprar una corona real en una tienda de artículos de disfraces y dejarla por el suelo como si se la hubiera olvidado el rey, para que los niños la encuentren. Al año siguiente, junto con las copas, colocaréis la corona para devolvérsela, y los niños verán al levantarse que ya no está, y en su lugar habrá un papelito en el que se leerá: “Gracias por devolverme mi corona. Perdón por la molestia. Melchor.”).
Esto es demasiado malvado. Quiza una pata de camello real seria mejor.
