Iniciado por
misericordia
Es una manía que tienen los judaizantes...,: poner a Pablo para quitar a los 12 apóstoles y primeros cristianos... Y es que lo que realmente predicó Jesucristo y luego los 12 apóstoles (el Evangelio) no les interesaba a los emperadores de Roma del siglo IV ( El Emperador Constantino y sus hijos)... Y fueron ellos los que impusieron las cartas a tribuidas a Pablo (torcidas por los indoctos), para predicar una enseñanza diferente a la de Jesucristo, y todo para poder usar la espada para matar... Jesucristo había mandado:
NO MATARÁS... Y LOS PODEROSOS DE ROMA Y SUS ESCRIBAS torcieron las cartas atribuidas a Pablo para imponer las penas de muerte y la ley de la espada de los emperadores...
Las cartas atribuidas a Pablo dicen que estemos sometidos a las autoridades, sin distinguir entre autoridades buenas o malas:
"Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas....... porque no en vano lleva la espada........ Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos......" (Romanos 13:1-6)
Esto es lo que dicen las cartas: que hagamos todo lo que dicen los gobernantes, sin distinguir entre gobernantes buenos o malos. Y además dicen que "no en vano lleva la espada" (para herir o matar), justificando con ello los castigos terribles y las penas de muerte. Pero Jesucristo había mandado todo lo contrario, pues había dicho que los jefes de las naciones las tiranizan y que entre nosotros no debe ser así:
"Jesús los llamó y les dijo: "Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las oprimen con su poderío. Entre vosotros no debe ser así, sino que si alguno de vosotros quiere ser grande, que sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el servidor de todos; de la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en redención de muchos". (Mateo 20:25-28.)
Los gobernantes del pueblo condenaron a Jesús:
"...Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron." (Lucas 24, 20)