Iniciado por
gabin
Que se lo pregunten a una amiga mía, que después de aguantar los últimos 10 años de "mártir/monio" de los 16 de matrimonio, y de tener algunos devaneos con fugaces amores posteriores, encuentra años después a un tipo con el que ha mantenido una relación sexual por mas de 12 años, y ahora que él la ha dejado, ha quedado destrozada, "vacía" me dice.
Durante doce años el tipo la visitó cuando a él le apetecía; finalmente, en los últimos años, una vez cada mes de promedio al año. Antes de ir la preparaba mandándole mensajes por el móvil e incluso imágenes subidas de tono, ella, ya estaba completamente entregada con la libido por las nubes esperando su inminente llegada. El tipo, le montaba su numerito fetichista, le hacía su particular "vous parler" (el don excitante de la palabra antes y durante el sexo) la dominaba en la cama, y como una pluma la manejaba poniéndola en la postura que consideraba mas adecuada al momento, y le hacía alcanzar el climax con una pasión y un frenesí nunca antes sentido, experimentado por ella. Aunque el tipo la visitaba muy espaciadamente en el tiempo, el sexo con él era tan diferente e intenso comparado con los que había tenido anteriormente, que dejó el sexo esporádico con otros hombres, pues ya no la "ponían".
El amante luego de hacer sexo, no salía con ella ni para tomar un café, se despedía y desparecía hasta la próxima sin decirle cuando iba a volver a verla.
Mi amiga sentía una pasión, un "encoñamiento" (o será un "empollamiento") tan intenso; experimentaba una sensación tan brutal cuando su amante la poseía, por ser el "amor" que cita Biby, aquel imposible, inalcanzable, complicado,.... el de la espera que se hace eterna, el del deseo nunca satisfecho esperando vibrar mas y mas a menudo, sintiendo una grandísima emoción al ser finalmente poseída carnal y mentalmente por su amado, aumentada por estar morbosamente aderezado con la liberación de la angustia y el dolor que le procuraba la prolongada ausencia de su amado, llegándole finalmente el subidón cuando le anunciaba su visita. Y si a todo esto, además, se le añade que ella es multi/orgásmica de las de verdad, la bomba sexual y psicológica la tenía servida.
¡Después de 12 años, mi amiga no se había cansado del tipo!, por ser la única verdadera emoción que la sacudía en su vida. Su ansiedad y sufrimiento cuando se prolongaba la ausencia de su amado amante, y su posterior liberación por el éxtasis amatorio, según sus propias palabras: "la hacían sentir que estaba viva". La droga del drogadicto.
¿Dónde habría quedado toda la magia del "amor", la pasión, el frenesí sexual que ella sentía por el tipo, -al que solo le interesaba montar su numerito de sexo, con la habilidad de hacerle ver chiribitas transportándola al séptimo cielo-, si hubiera convivido con él, día a día, durante los 12 años?
Quizás hubiera sido "feliz", al menos así lo cree ella ahora que aun está "enamorada/encoñada", pero, de haber convivido con su amante, ¿dónde hubiera quedado la magia del "encamamiento" que hasta ahora tan brutalmente experimentaba con él?