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misericordia
Jesucristo no vino a dar palma ditas en los hombros a los ricos y poderosos, pues vino a denunciarles ante el cielo y la tierra de los males que cometían, y eso que hizo Jesucristo lo debemos hacer todos los cristianos y a eso se le llama predicar el Evangelio. Si tu quieres que yo te de a ti palmaditas en el hombro, y que te diga que vas muy bien sin predicar lo que manda el Evangelio, entonces no hago lo que Jesucristo me manda hacer:
Enseñar lo que manda el Evangelio para que no sigas haciendo solamente lo que a ti te venga bien, pues eso lo ensucia todo, pero corregirnos como manda el Evangelio lo purifica todo, y esta es la mayor delicia que podemos alcanzar en este mundo.