Iniciado por
Jandulilay
En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos. Juan 13:35
Otra marca de la religión verdadera y de los que la practican es respeto a la Palabra de Dios. El Hijo de Dios cuando estuvo en la Tierra estableció el dechado en cuanto a esto al mostrar el más profundo respeto a las Escrituras inspiradas.
Las citaba como la autoridad final sobre los asuntos. Continuamente refería a sus oyentes a la Palabra de Dios, y los animaba a leerla y a aplicarla. Mostró su profundo respeto a la Biblia viviendo en conformidad con sus enseñanzas cada día.
El cumplimiento de la Palabra de Dios significaba más para él que aun su propia vida.
Nunca rebajó el valor de la Biblia; más bien, condenó a los que no enseñaban en armonía con ella y que trataban de debilitar la fuerza de ella con sus propias enseñanzas.
Otro requisito de la religión verdadera es que tiene que santificar el nombre de Dios. ¿Por qué? Porque cuando Jesucristo enseñó a sus seguidores a orar, él les mostró que éste debería ser su interés primero. “Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera,” dijo él: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Esto significa considerar sagrado el nombre, tratándolo como cosa santa. Jesús mismo ciertamente hizo esto. Él no dejó de usar el nombre de su Padre, ni lo trató como cosa sin importancia. Al contrario, en oración a su Padre, Jesús dijo: Yo les he dado a conocer tu nombre y lo daré a conocer.
Las iglesias en general evitan usar el nombre Jehová; y, aunque algunas de ellas dicen que favorecen la forma Yahweh, rara vez usan ésa tampoco.
Algunas hasta han quitado el nombre de Dios de sus versiones de la Biblia. ¿Cumplen estas organizaciones con este requisito de la religión verdadera?
Verdaderamente, ¿qué grupo sí da testimonio del nombre de Dios, como lo hizo Jesús? Si fueras a hablar a sus vecinos y repetidamente te refirieres a Jehová, usando su nombre sagrado, ¿con qué organización te asociarían?
No es difícil contestar esa pregunta. Hay solamente un grupo de personas que sigue notablemente el ejemplo de Jesús en lo que a esto respecta.