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expanium
Estas equivocado, Jehová Dios no es un dios, Él es el "Dios Todopoderoso" por esto en Juan 1:1 se le llama "El Dios" [en griego, ton theón] "ton" es el artículo definido "el" en español. De manera que ton theón, "el Dios" identifica al Dios Todopoderoso que estaba con la Palabra.
Por su parte a la Palabra no se le llama "el Dios" sino simplemente "dios" lo cual no lo identifica como el "Dios Todopoderoso", sino como uno que tiene parecido a "El Dios" con quien estaba.
De manera que el griego original dice:
"EN EL PRINCIPIO ERA LA PALABRA Y LA PALABRA ERA HACIA EL DIOS Y DIOS ERA LA PALABRA" (todo es mayúscula pues es traducción del griego uncial)
Está claro que es apropiado escribir con mayúscula la expresión “El Dios”, pues se refiere al Dios Todopoderoso, con quien estaba la Palabra. No obstante, la mayúscula de la palabra “dios” en el segundo caso no está justificada.
Y nuestra gramática española exije anteponer el artículo indefinido "un" en el segundo "dios" como lo han hecho varios traductores:
1808: “y la palabra era un dios” (The New Testament in an Improved Version, Upon the Basis of Archbishop Newcome’s New Translation: With a Corrected Text).
1864: “y un dios era la Palabra” (The Emphatic Diaglott, lectura interlineal, por Benjamin Wilson).
1928: “y la Palabra era un ser divino” (La Bible du Centenaire, L’Evangile selon Jean, por Maurice Goguel).
1935: “y la Palabra era divino” (The Bible—An American Translation, por J.M.P. Smith y E.J. Goodspeed).
1946: “y de género divino era la Palabra” (Das Neue Testament, por Ludwig Thimme).
1958: “y la Palabra era un Dios” (The New Testament, por James L. Tomanek).
1963: “y la Palabra era un dios” (Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas).
1975: “y un dios (o: de género divino) era la Palabra” (Das Evangelium nach Johannes, por Siegfried Schulz).
1978: “y de género parecido a Dios era el Logos” (Das Evangelium nach Johannes, por Johannes Schneider).
Ahora, el término "dios" es un título, cuando no se aplica al Dios Todopoderoso Jehová, estamos hablando de seres espirituales, seres divinos, como ángeles o el mismo Jesús, de hombres poderosos (jueces israelitas, Moisés), de dioses paganos e ídolos, incluso de Satanás el Diablo.
El Comentario al Nuevo Testamento, de William Barclay, explica: “Cuando no se usa el artículo determinado con un nombre, ese nombre se usa como adjetivo. Juan no dijo[...] que Jesús es el mismo que Dios, sino que Jesús es lo mismo que Dios”.
En la misma línea, Jason David BeDuhn, especialista en temas religiosos, señala: “En griego, si en una oración como la de Juan 1:1c no se le pone el artículo a la palabra theós, los lectores entenderán que se refiere a ‘un dios’. [...] La ausencia del artículo hace que entre theós y ho theós haya una diferencia tan clara como entre ‘un dios’ y ‘Dios’”. Y añade: “En Juan 1:1, la Palabra no es el Dios todopoderoso, sino un dios, es decir, un ser divino”.
En la obra Juan. Texto y Comentario, de Juan Mateos (traductor de la Nueva Biblia Española) en colaboración con Juan Barreto, se dice algo semejante sobre Juan 1:1, 2: “De los tres casos que aparece en estos [versículos] el término ‘Dios’, la primera y la tercera lleva[n] artículo determinado (el Dios); la segunda, no lo lleva (un Dios, un ser divino)”.
En su Análisis Gramatical del Griego del Nuevo Testamento, el erudito católico Max Zerwick señala: “‘La Palabra era divina’, pred[icado] sin art[ículo], insiste sobre la naturaleza de la Palabra”.
Y la obra protestante Clave Lingüística del Nuevo Testamento Griego ofrece la misma explicación.
Po rlo tanto, el apóstol no considera la identidad de la Palabra sino una cualidad suya; que es un dios, o un ser divino, parecido a "el Dios" su Padre Jehová.