Tosan, olvidé darte las gracias por salir en defensa de algo justo en el otro tema. Ya sé que este tema tuyo no trata sobre aquel asunto, y no es de eso que voy a comentarte ahora.
El asunto de las creencias cristianas tiene que ver con dos cosas: qué aprendemos de la Biblia (cosas que se dicen, cosas que dijo Jesús, cosas que escribieron los demás) ... y de cosas que aceptamos cuando alguien nos las enseña. No puede ponerse lo segundo sobre lo primero, porque eso es en realidad seguir a individuos, no lo que un cristiano considera como la fuente de la información divina: Su Palabra escrita. No hay otra forma de comprobar si una creencia viene del Dios de la Biblia si no está apoyada con la Biblia.
Es interesante el hecho de que hay personas que se aferran a alguna creencia NO porque la Biblia la apoye, sino porque dejar de creerla le significa que deja de apoyar a aquellos humanos que se la enseñaron. Cuando Jesucristo predicaba entre los humanos, había muchas cosas que decía de forma velada a los fariseos. Los discípulos le preguntaron porqué hacía aquello, si ellos no iban a poder entender. Él les dijo que lo hacía así porque esa gente no iba a aceptar lo que él dijera a causa de su actitud, así que ni siquiera se esforzaba por tratar de explicárselas en detalles, como sí hacía con sus discípulos. Hay personas que actúan hoy de la misma manera que aquellos judíos: su actitud no los deja aceptar algo que de pensar solo un poco se podría comprender.
Muchos religiosos aferrados a doctrinas humanas no-bíblicas, creen que esas creencias hay que creerlas sin cuestionarlas, porque están muy aferrados a ellas y sienten temor de contradecirlas o dejar de creerlas. Dicen que las cosas de Dios no se pueden razonar, sino creerlas; pero en realidad lo que quieren decir (aun si no se dan cuenta) es que los demás tenemos que aceptar la interpretación que ellos le dán a las cosas. Eso sería como poner a humanos por encima de la Biblia, y dejar que ellos nos guiaran sin cuestionarlos. Las Escrituras existen por esa razón: Dios quiere que nosotros razonemos en las cosas escritas, para que podamos aprender y nadie nos confunda y nos convierta en sus seguidores ciegos. Las personas que no razonan en qué deberían creer tienen un nombre: irracionales. Los dirigentes de la cristiandad desean mantener a su grey sin razonar, porque es la única manera de que se mantengan sujetos a ellos. De otro modo perderían su autoridad y su liderazgo perdería todo sentido.
Los testigos de Jehová también tenemos guías o instructores; pero nuestros guías nos enseñan a razonar basados en las Escrituras, y nos muestran en base a lo escrito, porqué es razonable entender que la Biblia enseña una cosa y no otra. Cuando los testigos vamos a predicar, ayudamos a las personas para que tengan información detallada de cosas que la Biblia dice, y les ayudamos a razonar ... no las obligamos a creer en las cosas que les decimos solo porque nosotros se las estamos diciendo, o porque así las aprendimos. La cristiandad está asustada, porque la gente está comenzando a pensar correctamente en base a lo que dice la Biblia, y ya no aceptan la autoridad de humanos por encima de lo que leen. Esa fue la razón por la que la iglesia romana trató de mantener oculta la Biblia de la gente; no les convenía que su autoridad fuera cuestionada. Hoy los protestantes tratan de hacer chantaje religioso y presión de grupo; usan falacias, acusaciones y demás linduras ... todo porque nosotros estamos ayudando a la gente a obtener información bíblica y enseñándolas a razonar apropiadamente en base a ella. Muchos están abandonando las religiones de la cristiandad, porque se han dado cuenta que les han enseñado mentiras religiosas por mucho tiempo, y se han dado cuenta de que la cristiandad no ha mostrado en realidad tener el fruto que deberían haber tenido si en realidad fueran adoradores de Dios y seguidores de Jesucristo. Hay que ser muy inocente para confiar en alguien que sabemos ha sido una persona perversa toda la vida, y nos venga con una historia y nos diga "confía en mí" ... No se puede confiar en alguien que dice servir a Dios y no practica las cosas que debe, ni enseña las cosas que dice la Palabra de Dios.