Y claro.
El número 616 es número de hombre, como todo lo escrito en todos los libros.
Nada divino.
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Elizabet
¿Hay que leer todo eso?
¿Cual es tu pregunta?
Simple por favor
En pocas palabras
Kimo
Pues está bien claro qué es lo que te está queriendo decir es que no le has respondido a lo que ella te pregunta.
En otras palabras que dios no manda sacrificios sino conocimiento de Dios, y como no lo tienes pues eso pasa.
Pues claro que hay que leer todo. Si no lo lees, ¿cómo te vas a enterar de lo que estoy diciendo?
Lo que estoy diciendo es que según Jesucristo, y según los profetas, Dios no había mandado a los hombres hacer sacrificios. Y mi pregunta es: ¿por qué tú, contradiciendo a las palabras de Jesucristo y de los profetas, quieres hacer ver que Dios había mandado sacrificios?
Iniciado por doonga Ver Mensaje
la contradicción la tienes tú en la cabeza.
misericordia Ver Mensaje
"Tú mismo reconoces que Evangelio significa "Buenas Nuevas" o "Buenas Noticias". Pero las Buenas Nuevas que nos trajo Jesús no anunciaban solo el Reino de Dios"".. Jesucristo no mandó predicar tu reino sin mandamientos, El reino de Jesucristo tiene mandamientos, pues Jesucristo así te dice:
""Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos""...
Y este es el verdadero reino de Dios: el reino que guarda con amor y enseña con amor los misericordiosos mandamientos de Jesucristo...
Creo que está bien claro que la gente va buscando un dios cómodo que no le pida nada ni mandamientos ni que predique nada que le comprometa... eso es lo que pretenden algunos aquí
Dios si mando a hacer ofrendas por los pecados
esto acostumbro al pueblo
para el sacrificio de Jesús como ofrenda
para perdón de pecados
Mira.....
Mateo organiza un gran banquete en su casa.
Invita a Jesús, a sus discípulos y a varios antiguos
compañeros de trabajo, otros cobradores de impuestos.
Estos recaudan los impuestos que impone el gobierno romano,
que tanto odia el pueblo judío.
Cobran impuestos, entre otras cosas,
por los barcos que llegan al puerto,
por las caravanas que viajan por los caminos principales
y por los productos que se importan.
¿Qué opinión tienen de ellos los demás judíos?
Por lo general los desprecian,
porque a menudo estafan a la gente cobrando más de lo debido.
Además, en el banquete hay pecadores,
personas conocidas por llevar una vida inmoral(Lucas 7:37-39).
Al ver que Jesús está comiendo con personas de esa clase,
los fariseos, que se creen mejores que los demás,
les preguntan a los discípulos:
“¿Por qué come su maestro
con cobradores de impuestos y pecadores?”(Mateo 9:11).
Como Jesús los oye, les dice:
“Los que están sanos no necesitan un médico,
pero los enfermos sí.
Así que vayan y aprendan lo que significan estas palabras:
‘Lo que quiero es compasión,
no sacrificios’. Porque no vine a llamar a justos,
sino a pecadores”(Mateo 9:12, 13; Oseas 6:6).
Dios si los mando
lee la ley de Moises.
Un día al año —Yom Kipur—,
el sumo sacerdote entraba en el Santísimo
del templo con la sangre de los sacrificios
hechos por sus propios pecados y por los del pueblo
búscalo aquí (Levítico 16:11, 14, 15).
Gracias a esta y otras ceremonias que se hacían ese día,
todos se libraban de los sentimientos de culpa acumulados
por los pecados de todo ese año.
Si no se derramaba la sangre del animal sacrificado,
no se podía obtener ningún perdón
“porque la sangre es lo que hace expiación”
se puede encontrar aquí (Levítico 16:30; 17:11).
Cuando los israelitas sacrificaban a Jehová un animal,
era imprescindible que este se encontrara totalmente sano:
sin deformidades, ceguera, heridas ni*enfermedades (Lev.22:20-22).
Igualmente, cuando le presentaban frutos o granos,
debían ser las “primicias”, o primeros frutos, y “lo óptimo”,
sí, lo mejor de la cosecha (Núm. 18:12, 29).
Él no iba a aceptarles ofrendas de segunda categoría.
¿A qué señalaba el requisito de entregarle
únicamente animales sin defectos?
-Al hecho de que el sacrificio de Jesús sería perfecto,
sin tacha alguna, y que al proporcionar este medio
para redimir a la humanidad, Jehová estaría dando
lo mejor y lo que más quería (1 Ped. 1:18, 19).
Precisamente eso es lo que haces tú.
Predicas a los demás que deben vender sus bienes, y repartirlos entre los pobres.
Pero tú no lo haces, porque no deseas comprometerte con algo que te aterra: quedarte sin casa. -- No te atreves a venderla y repartirla entre los pobres.
Eso te hace un hipócrita y un cobarde.