En algún momento del pasado pensé que La tenía.
Pero desde que me pegué la palmada en la frente,
me pregunté ¿y de dónde saqué yo que tengo La Verdad?.
¿porque me lo dijo mi mamita cuando me llevaba a misa?
¿o porque me leí un libro de autenticidad dudosa?
¿o porque el corazón me hace tiquitiquití cuando me cuentan cosas lindas?
No podría coincidir más con que la
"verdá de la verdá es que la verdá no está al alcance de nadie".