Si hoy día la Virgen (y lo digo con respeto, en atención a los creyentes) quisiera aparecerse, le resultaría difícil que no la grabaran con el móvil.
Si le dijera al vidente o a la vidente que borrara tal grabación, lo tendría crudo, pues esa grabación se pagaría en oro.
Y hoy la gente está buscando salir en las noticias o en la Televisión.