Iniciado por
KIMO
Tal como las promesas de Jehová
son fidedignas e inmutables, sus normas sobre
lo que es correcto e incorrecto lo son también.
“una balanza defraudadora es cosa detestable a Jehová,
pero una pesa de piedra completa le es un placer”
(Proverbios 11:1; 20:10).
En la Ley que entregó a los israelitas, Jehová incluyó este mandato:
“No deben cometer injusticia al juzgar, al medir, al pesar
ni al medir líquidos. Debe resultar que tengan balanzas exactas,
pesas exactas, un efá exacto y un hin exacto.
Jehová su Dios soy yo, quien los ha sacado de la tierra de Egipto”
(Levítico 19:35, 36).
El apóstol Juan escribió: “Estalló guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con el dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron, pero este no prevaleció, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. De modo que hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada; fue arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados abajo con él” (Revelación 12:7-9).
¿Cuál fue el efecto inmediato de aquella contienda? Juan continúa: “A causa de esto, ¡alégrense, cielos, y los que residen en ellos! ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo” (Revelación 12:12).