Cita:
¡Qué obsesión, la de algunos, con Catalunya! Dan la impresión de no poder vivir si no la nombran constantemente, y, sinceramente, cuando me responden sobre ella sin que yo la nombre, es cuando más cuenta me doy de su necesidad.
Supongo, porque no los creo tontos, que habrán hecho números, y se habrán dado cuenta de que sin Catalunya perderán una zona industrial, emprendedora, trabajadora, exportadora, ingeniosa, que, en definitiva es creadora de riqueza. Supongo también, que habrán echado números y habrán llegado a la conclusión que, una vez Catalunya no contribuya al Estado español, que sean tan malos que sus ganancias se las queden para ellos y no las repartan, que de peseteros los catalanes lo son mucho, algunos tendrán de dejar la tasca, la casa de juegos, el billar y la siesta del borreguito, y ponerse a currar, con lo doloroso que eso es para las bisagras oxidadas...
¿Acierto, verdad?
Cuando alguien que es catalán, se atreve en un tono elegante, cultural escribir de Catauña el cuate de la Tumbada un tal "Porki" le responde:
Cita:
Otros, revanchistas, rencorosos, anclados en la inmovilidad de su decrepitud intelectual, tienen obsesión con desprestigiar a su pais, hilvanando una tras otra, las cuentas tantas veces repetidas, del collar con que se adornan; collar que intentan asociar a una pretendida educación, elegancia y dignidad que sin darse cuenta, pisotean constantemente cada vez que le dan a la tecla.
Aquí la tumbada se hace... como decimos en México, ustedes saben frente a la zarta de epítetos vulgares de un pensamiento propio de una persona que califica de una forma por decirlo decentemente vulgar. Allí si no hay insultos, porque la catalana anti independentista acoge a un correligionario de francas tendencias franquistas. Pero veamos la estructura mental de este individuo. Querer a Cataluña, proponer mayor independencia y decisión, si no autonomía y no independencia, es para este españolito revanchismo, rencor y decrepitud intelectual. Lo acusa de pisar sus emociones
Cita:
Esa obcecación en perfeccionar su ridículo, evidente para cualquiera, es lo que permite identificar con claridad cotidiana, los errores en los que uno debe evitar caer, para no ser digno de lástima.
No piensas como yo, entonces -nos dice ruco- hay osecación por perfecciónar ridículos. No puedes criticar a tu gobierno porque un tipo como ruco sale como perro cancerbero, sin argumentos, porque veamos en esto poco escrito, no los hay, hay calificativos y a él el amigo de la tmbada no le pasa nada. Al parecer la Tumbada piensa que su foro que ahora practica su censura (contra mis cuates nada) no aprecia a foristas que valen la pena.